Red Bull ya ha presentado su monoplaza para esta temporada, pero apenas se han conocido detalles nuevos. Porque desde el equipo de las bebidas energéticas han optado por enseñar un coche que nada tendrá que ver con el que comience la temporada. Ellos mismos lo reconocieron.

Adrian Newey, jefe de Red Bull, ha explicado que los nuevos coches suponen "el mayor cambio en los últimos 40 años": "Es el mayor cambio en 40 años de F1, desde 1983, cuando se prohibieron los coches con túneles de Venturi y se introdujeron los de fondo plano".

"Costará al principio, no será llegar y correr, habrá que adaptarse. Por ahora he visto que los neumáticos son más altos, grandes y los ves más desde la cabina", dice Verstappen. Cada uno como le va el cuento, claro. "Creo que nuestro récord de 1.8 segundos en los cambios de ruedas va seguir mucho tiempo, con lo que pesan las ruedas", dice, por su parte, Horner.

El efecto suelo es el cambio más importante de este año. Ahí es donde se verán de verdad las diferencias entre los equipos. Porque el resto del monoplaza será prácticamente igual.

En apenas dos semanas se conocerán más detalles. Los test de Barcelona y después los de Sakhir comenzarán a dar pistas definitivas sobre el trabajo de cada escudería. Red Bull, de momento, esconde sus cartas en la presentación oficial del coche. "Este no será el RB18 que usemos este año", apuntó Horner. Por lo que aún queda mucho por conocer.