Christian Horner declarará ante un juez independiente este próximo viernes. El CEO de Red Bull había sido relacionado con un comportamiento inadecuado hacia una empleada del equipo de las bebidas energéticas.

Sin embargo, según ha informado 'The Sun', la denuncia no tendría que ver con el presunto envío de unas fotos de contenido sexual. Al parecer, esta llegaría por parte de una empleada que denunció un comportamiento excesivamente autoritario por parte del británico.

Además, se especula que Red Bull podría estar sufriendo una 'guerra civil' interna y que partes vitales en la estructura estarían enfrentados.

En medios británicos se ha dicho que Bernie Ecclestone podría estar apoyando a Horner, mientras que Max Verstappen y su padre, estarían de parte de Helmut Marko, del cual se dijo que tiene una mala relación con el CEO.

Horner recibió la petición de dimitir, a lo que este se negó. Es por ello que las declaraciones del británico el viernes tendrán gran importancia y marcarán el futuro de lo que ocurra en la escudería austriaca, ya que tener una crisis interna, podría resultar en una desestabilización del equipo.

En Red Bull buscan una solución al problema antes de que se presente el monoplaza que conducirán Max Verstappen y Sergio Pérez el próximo día 15 de febrero.