Los pequeños detalles son los que marcan la diferencia. Son los que deciden. Los que más cuentan cuando manda la igualdad. Lo sufrió Vettel en el pasado curso en Singapur, y lejos de aprender lo ha vuelto a sufrir en el presente. Ha sido en casa, en Italia, con todo Ferrari pendiente de un gran resultado del equipo. Seb falló, tocó a Hamilton, destrozó su carrera y Lewis puso la directa hacia la victoria tras protagonizar un duelo enorme con Kimi Raikkonen.

Y así, el británico y Mercedes salen felices de Monza. Sonríen en una pista en la que parecía que este año tocaba perder y en la que vuelven a salir triunfantes. No fue sencillo, ni mucho menos, y tuvieron que tirar de 'escudero' para salir victoriosos del templo de la velocidad. Porque si Hamilton ha ganando ha sido por él... y también porque Valtteri Bottas hizo lo que le pidieron que hiciera.

Que qué fue lo que le pidieron. Básicamente, parar a Kimi Raikkonen. El finlandés, pole, era veloz como ninguno y tras la parada tenía las de ganar. Pero no lo hizo. Bottas ralentizó el ritmo, enervó a su compatriota y al final sus neumáticos empezaron a tener cada vez peor aspecto. Cuando Hamilton cambió gomas la prueba ya estaba decidida para Mercedes. Bastante que Raikkonen llevó a meta el Ferrari con esas ruedas.

Mientras tanto, Vettel remontó, pero era irrelevante. Su carrera estaba perdida desde la primera vuelta. Acabó cuarto, gracias a la sanción a Verstappen, pero Monza estaba marcada en rojo en el calendario de Maranello. Al final se pintó en plata, y Seb tuvo bastante responsabilidad en que fuera así.

El naranja estaba claro que no se iba a llevar en Italia. McLaren correr, lo que se dice correr, corre poco en comparación con los demás. Fernando Alonso eso sí rodó en puntos durante diez vueltsa, las que tardó en coger y poner rumbo al garaje por un problema de fiabilidad. Honda ya no está para echarles las culpas, así que va a ser que les toca mirar en Woking para encontrar el origen de unos problemas que no tienen fin.

Es lo que se encontrará Carlos Sainz el próximo curso. Adiós a Renault, equipo con el que ha vuelto a puntuar gracias a su noveno puesto en Monza, y hola a una McLaren con un gran pasado pero con un presente pobre y un futuro incierto. El madrileño hizo otra gran carrera en una pista complicada, justo antes de poner rumbo a un lugar más amistoso para esos que tienen un motor menos poderoso que Ferrari y Mercedes.

Porque Singapur ya está a la vuelta de la esquina. La noche de Marina Bay espera la reacción de Sebastian Vettel tras un fallo que no debe cometer un tetracampeón del mundo. El Mundial sigue su curso.