A la segunda fue la vencida. Ningún 'match ball' más ha necesitado Lewis Hamilton para ser campeón del mundo en este 2017 tras 'perder' la primera opción en EEUU. Una semana después, en México, el británico ha hecho valer las matemáticas y su gran segunda parte de temporada para dar por finiquitado el título ante Sebastian Vettel. Le valía con ser quinto y terminó noveno, pero Seb no ha sido ni primero ni segundo. Suficiente.

Todo se decidió al comienzo. Un comienzo en el que Verstappen, Vettel y Hamilton se encontraron dejando a estos dos últimos al final de la clasificación. Seb, el hombre de la pole, fue superado por el Red Bull de Max y se tocó con él. Y luego, Lewis se quiso color y ambos se tocaron. El resultado fue que Verstappen se quedó 'solo' en el liderato, que Vettel tuvo que cambiar alerón y que Hamilton sufrió un pinchazo.

Así pues, con Seb lejos de las dos primeras plazas, Lewis ni tenía que puntuar. Todo estaba en el tejado de Vettel, que avanzaba y avanzaba como podía, y que imprimía un ritmo bestial en cada vuelta para alcanzar al menos la segunda posición. Mucho cuesta adelantar en el Hermanos Rodríguez, por más Ferrari o por más Mercedes que se lleve, y los ya dos tetracampeones tuvieron que sudar en cada pasada.

Dejaron un buen festival de adelantamientos, pero con todos los que Seb hizo no le fue bastante para alcanzar el segundo puesto de Bottas. Y menos pudo hacer ante el enorme ritmo de un Max Verstappen que sin apenas despeinarse lideró de principio a fin la carrera para hacerse con la victoria. La definitiva, la del Mundial, la de la regularidad, ha caído del lado de Lewis Hamilton.

Un punto para Alonso; Sainz abandona en un mal día para Renault

Complicado lo tenía Fernando Alonso para lograr los puntos en México. No por el rendimiento del coche en el Hermanos Rodríguez, con el asturiano diciendo incluso que tenía "el mejor coche" tras quedarse a menos de dos décimas de Hamilton en Q1. Lo tenía complicado por otra sanción, una más, a causa de la fiabilidad de Honda. Penúltimo salía, con toda la muchedumbre, en un arranque tan difícil como de costumbre en el que lo vital más que adelantar era salir de ahí con el coche sano.

Lo logró, y demostró que no se equivocaba en su frase tras la Q1. El coche naranja, en el Hermanos Rodríguez, tenía ritmo. No tanto como los inalcanzables Mercedes, Ferrari y Red Bull. Pero sí, sí corría. Y de no ser por las rectas Vettel lo habría pasado mucho peor para pasarle, casi como Hamilton. De hecho, hasta podía mirar hacia adelante y ser él quien adelantase. Finalmente, décimo puesto para Fernando y un punto para su bolsillo.

No pudo puntuar Sainz en su segunda carrera con Renault. Su salida fue buena, muy buena, pero un pinchazo en la segunda vuelta lo echó todo por tierra. Carlos tuvo que entrar en boxes y salir entre Vettel y Hamilton, entre dos coches más veloces, y con problemas serios más adelante para mostrar velocidad. No pudo acabar, completando una escabechina de motores Renault: abandonaro él, Ricciardo y Hartley.

Brasil y Abu Dabi, para seguir sumando

Dos carreras faltan. Dos carreras en las que Lewis Hamilton no tiene ya más objetivo que seguir aumentando sus registros personales de poles, podios, victorias y puntos. El inglés y Mercedes ya han hecho todo el trabajo que tenían que hacer, y sin terminar el curso ya tienen asegurada la matrícula de honor. Hay un nuevo tetracampeón en la familia de la F1.