A los 93 años

Antonio Tejero, autor del golpe de Estado de 1981, en estado crítico

El contexto El guardia civil se convirtió en protagonista del 23F, el intento de golpe de Estado en el Congreso de los Diputados que no llegó a triunfar, al irrumpir en el Congreso y gritar unas palabras que han pasado a la historia: "Quieto todo el mundo".

Antonio Tejero De Molina entrando, pistola en mano, en el Congreso de los Diputados durante el golpe de Estado del 23-F
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El guardia civil Antonio Tejero, conocido por ser el autor del intento de golpe de Estado en el Congreso de los Diputados que no llegó a triunfar, se encuentra en estado crítico.

En un primer momento, fuentes a laSexta habían confirmado su muerte, pero su hijo lo ha desmentido a la cadena. Según ha informado, Tejero, nacido en Alhaurín el Grande (Málaga) el 30 de abril de 1932, se encuentra en estado crítico.

Fue el 23 de febrero de 1981 cuando Tejero cambió la historia de España. Ese día, a las 18.23 horas, el teniente coronel de la Guardia Civil irrumpió al frente de 200 guardias civiles en el hemiciclo, donde se votaba la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo.

Pistola en mano, Tejero pronunció unas palabras inolvidables para todos los presentes y que pasarían a la historia: "Quieto todo el mundo". El golpe fracasó gracias a la condena del rey Juan Carlos I y su mensaje televisado en defensa de la Constitución, lo que provocó la rendición de los golpistas tras 18 horas de tensión.

Condenado a 30 años de cárcel

En 1983, Tejero fue juzgado y, posteriormente, condenado a 30 años de reclusión por un delito de rebelión militar consumado, con agravante de reincidencia. Esta sentencia judicial le llevó a ser expulsado de la Guardia Civil y, de forma inherente, a la pérdida del grado de teniente coronel que ostentaba. Además, fue inhabilitado durante el tiempo que duró la condena.

Francisco Medina, periodista y autor de '23F: la verdad', contó en Equipo de Investigación un "momento gracioso" que se produjo durante el juicio debido a una de las respuestas del guardia civil. "El fiscal le pregunta a Tejero que les explique qué era lo que pretendía, qué era el 23F, y Tejero mira y con cierto enfado le dice: 'Eso quisiera yo, que a mí me explicara alguien qué ha sido esto del 23F'", contaba Medina.

Tejero cumplió condena en las cárceles del Castillo de la Palma, en Mugardos, en el Castillo de San Fernando de Figueras y en Alcalá de Henares. Allí tuvo el tiempo suficiente para estudiar la carrera de Geografía e Historia, aprendió varios idiomas y aprovechó para escribir sus memorias y aprender a pintar. En 1993 logró que le concedieran el tercer grado, y tres años más tarde, en 1996, obtuvo la libertad condicional.

Tejero no borró su añoranza por Franco: "Nos dio 40 años de felicidad"

Tras su puesta en libertad, Tejero optó por una vida más alejada del foco político. Aunque tal y como contó laSexta Columna, parecía que a pesar del paso de los años, Tejero no borró su añoranza por Franco. "Nos dio 40 años de felicidad": así recordaba Antonio Tejero al dictador en el funeral de su hija Carmen Franco.

Sus apariciones públicas han sido contadas, aunque sí se ha dejado ver de vez en cuando en homenajes al dictador Francisco Franco. La última vez que fue captado por los medios fue el 24 de octubre de 2019, cuando acudió al cementerio de Mingorrubio, en El Pardo, para asistir al entierro de Franco tras su exhumación. Aquel día, el golpista fue recibido entre vítores por los afines a la dictadura congregados fuera del camposanto, que le aclamaron al grito de "¡coronel Tejero!" y "¡periodistas terroristas!".

Durante años ha obtenido beneficios gracias a una sus aficiones más conocidas, la pintura, que aprendió a practicar en la cárcel. Sus obras, comúnmente retratos y paisajes, han estado muy cotizados entre los sectores de la extrema derecha y se han llegado a comprar por 2.400 euros.

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