El Gran Premio de Arabia Saudí, en condiciones normales y previsibles dado el nivel de Red Bull y la posición de salida de Fernando Alonso, se zanjó de la mejor manera posible para el piloto de Aston Martin.

De hecho, el bicampeón del mundo de Fórmula 1 predijo antes de la carrera cuándo le adelantaría Max Verstappen, que arrancó 15... y lo clavó.

Eso sí, Alonso tuvo que lidiar con un susto en su AMR23 que se produjo en los compases finales de la segunda cita del calendario de F1.

Tal y como publica 'The Objective', el motor Mercedes de su monoplaza comenzó a fallar en las últimas vueltas perdiendo velocidad.

Al parecer, uno de los seis cilindros de su unidad de potencia comenzó a mostrar síntomas de agotamiento y a denotar un déficit de ritmo, pero un ajuste en el sistema de recuperación de energía equilibró el problema.

Cabe recordar que aunque aún se desconoce la causa real del abandono de Lance Stroll, el Aston Martin del canadiense dijo basta por un problema de fiabilidad antes del ecuador de la carrera en Jeddah. A diferencia de con Alpine, Alonso tuvo 'suerte' en esta ocasión y pudo terminar el GP.