El año pasado se vivió una de las luchas más reñidas por el Mundial en la historia de la Fórmula 1. Saltaban las chispas entre Red Bull y Mercedes y la tensión pasaba los límites cuando Lewis Hamilton y Max Verstappen tenían encontronazos en carreras como Silverstone, Monza o Yeda. Sin embargo, este año Red Bull está disfrutando mucho más de la batalla con Ferrari que de la pasada con Mercedes, tal y como dice su jefe, Christian Horner.

Helmut Marko, asesor de Red Bull, ya dijo que este año la batalla con Ferrari no va más allá de lo que ocurre en la carrera.

Así de contundente se muestra Horner: "Ha sido una competición en torno a lo que pasa en la pista. "No ha habido mucha política y mierda con lo que está pasando en la pista".

De esta forma, Horner deja entrever que el año pasado había algún tipo de interés detrás para que Hamilton ganara su octavo título de campeón del mundo.

Horner bromea sobre la mejora de Mercedes

El jefe de Red Bull también quiso bromear sobre las promesas de Toto Wolff sobre el rendimiento de los Mercedes en el GP de Francia: "Hicieron afirmaciones antes del fin de semana, pero Max pudo controlarlo de forma bastante fácil".

Desde Mercedes aseguraron en la semana previa a la carrera en Le Castellet que con las nuevas mejoras podrían ganar la carrera. Sin embargo, a pesar de quedar segundo y tercero, nada pudieron hacer ante el ritmo de Verstappen.

Además, Horner hace un apunte: "Escuché a Toto decir que trabajarán durante el parón de verano para mejorar el coche. Eso por supuesto sería ilegal". "Hay respeto entre los dos equipos. Nos enfrentamos cara a cara en cada carrera y hay un respeto auténtico entre los pilotos y equipos que es algo bueno", concluye Horner.

Red Bull es primero en el Mundial de Constructores con 396 puntos, mientras que Ferrari tiene 314. En cuanto a los pilotos, Verstappen lidera el Mundial con 63 puntos de ventaja sobre Charles Leclerc. Próxima cita: este fin de semana en Hungría.