Han retirado varios productos

¿Qué es la hialuronidasa? Los riesgos del nuevo boom de la medicina estética que solo deben aplicar médicos colegiados

Los detalles Este producto, usado en hospitales, en un medicamente que se está utilizando como inyectable para corregir rellenos en la piel. Su uso de forma no vigilada puede conllevar problemas tanto estéticos como sanitarios.

Los peligros de la hialuronidasa
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La promesa de la eterna juventud. Es lo que ofrecen muchos centros de medicina estética. Además, con un montón de ofertas. Con, a veces, hasta 2x1. Con promociones más propias de un supermercado que de un centro especializado. Ahora, hay clínicas que están usando algo llamado hialuronidasa, un producto que usan para corregir rellenos en la piel pero que en realidad es un medicamento. Y, como tal, solo puede ser aplicado por médicos colegiados.

Algo que no siempre sucede. Algo que ha conllevado que en tan solo un año se han cerrado al menos cuatro centros por realizar actividades estéticas sin licencias ni condiciones sanitarias exigidas. Algo que, con la mencionada hialuronidasa, ha pasado con los riesgos que conlleva sabiendo además que se han retirado incluso productos del mercado que contenían este componente.

Porque es el negocio de algunas clínicas. El saber que hay quien busca tanto la aceptación de los demás que al final da lo mismo quién haga qué si es más barato. Lo misma da que el profesional esté colegiado o que la clínica en cuestión tenga las licencias pertinentes y las condiciones sanitarias exigidas.

Y, a veces, ni se pregunta qué producto van a aplicar o qué componentes lleva. Uno de ellos es la hialuronidasa. "Es un fármaco. En realidad es una enzima. Es de uso hospitalario que nos es muy útil con complicaciones con el ácido hialurónico como oclusiones vasculares, isquemias...", afirma un médico.

Ahora, el negocio de la estética ha puesto sus ojos en ese producto para uso inyectable. Para uso cosmético. La Agencia Española de Medicamentos ha ordenado la retirada de ciertos productos de este estilo.

Y es que su uso, de forma no vigilada, puede tener consecuencias estéticas y sanitarias difíciles de revertir. Porque cada vez son más los pacientes que llegan a centros médicos para corregir resultados y problemas que han tenido.

Las sanciones para quien emplee estos productos sin estar capacitado para hacerlo o se hagan intervenciones en lugares no habilitados van desde multas que van desde los 3.000 a los 600.000 euros a, incluso, posibles delitos contra la salud pública o de lesiones por imprudencia.