Días después de que Red Bull anunciara la salida de Adrian Newey del equipo a final de temporada, el ingeniero británico explicó los motivos de su decisión.
"Supongo que durante el invierno, y luego a medida que se han desarrollado los acontecimientos este año. Tengo la suerte de no tener que trabajar para vivir", señaló.
Estas palabras se entendieron como una indirecta a Christian Horner y al escándalo que se había destapado en torno al jefe de Red Bull.
Sin embargo, el británico ha asegurado en declaraciones a 'Crash.net' que no se ve como el responsable de la salida de Newey.
"Es un amigo, es el padrino de mis hijos y seguimos siendo amigos", ha señalado Horner.
"He hablado con Adrian largo y tendido sobre el tema y la postura de Adrian es muy clara. Hemos disfrutado de una gran relación, y seguimos disfrutando de una gran relación. Somos amigos además de compañeros de trabajo y ha hecho mucho por este equipo", ha explicado.
"Creo que si hablas con Adrian y miras las declaraciones que ha hecho, Adrian ha decidido que ahora es el momento para él, después de casi 35 años con el equipo, y la fuerza y la profundidad de ingeniería que tenemos, para alejarse", ha añadido.
De hecho, Horner afirma que este pensamiento ya llevaba varios años en la mente de Newey y que el equipo estaba preparado para su marcha.
"Sabíamos que iba a llegar el momento y hemos creado una estructura para poder recoger el testigo y continuar. Es algo que se ha puesto en marcha en los últimos cinco o seis años", ha zanjado Horner.