Todos los temores de Aston Martin se han confirmado en Hungría. La novena posición de Fernando Alonso y la décima de Lance Stroll son la prueba definitiva de que el rendimiento del equipo de Silverstone ha caído en picado y que no se debía a una coyuntura puntual que se pudiera achacar a los circuitos de Spielberg o Silverstone.

Tras la carrera, Mike Krack, jefe de equipo de Aston Martin, mostraba su preocupación por el rumbo de la escudería. "El resultado es decepcionante, pero también es un baño de realidad. Llevamos un par de carreras en las que creíamos que era específico de la pista y creíamos que podíamos ser rápidos aquí y no lo hemos sido", ha dicho Krack en declaraciones a 'DAZN'.

El ingeniero luxemburgués no elude su responsabilidad y admite que Aston Martin debe reaccionar: "Eso demuestra que no estamos donde estábamos. Otros equipos nos han pasado. Este es el terreno que tenemos que recuperar y no hay manera de esconderse, hay que mejorar el coche".

Sin embargo, cree que la situación no es irreversible dada la enorme igualdad que hay en la parrilla: "La diferencia no es muy grande, pero hay mucha gente agrupada y ahí terminas octavo o noveno en el ranking de coches. Lo siento por los pilotos porque han dado el máximo. Necesitan mejor coche y trabajaremos duro para hacerlo".

El jefe de Aston Martin asegura que no van a abandonar el desarrollo del AMR23 para centrarse en el coche de 2024.

"No miramos al 24, tenemos que elevar nuestro nivel con este coche. Las regulaciones son estables y siempre hay cosas que se podrán transferir al coche del año que viene. Pero realmente tenemos que trabajar duro para volver a alcanzar a algunos coches que están por delante", concluyó Mike Krack.