"Box, box". Ferrari llamaba a Carlos Sainz para que entrara, pero el español no lo hizo porque estaba luchando con Sergio Pérez. "Chicos, estoy luchando por posición. No me podéis llamar ahora", reaccionaba.

Sainz era en esos momentos tercero. Sus neumáticos medios todavía no sufrían. Aunque era previsible que no llegarían al final, Ferrari no arriesgó. Prefirió que parara y volviera a salir atrás. Sainz no entendió la decisión.

Mattia Binotto lo explicó tras la carrera de Francia: "Estamos muy seguros que fue la mejor decisión, lo correcto, porque no estábamos seguros de que pudiera llegar al final de la carrera con ese juego de medios, y por seguridad era lo mejor".

"Además con el ritmo de desgaste que llevaba, más los cinco segundos de sanción, no hubiera podido aguantar el tercero ante Russell y Checo, no llevaba el ritmo como para abrir ese hueco, con lo que intentamos esa nueva parada para probar y asegurar unos puntos muy importante para el equipo y para él, además de la vuelta rápida", afirma.

Y deja claro que Sainz "no tenía toda la información": "En el calor de la carrera, Carlos no tenía toda la información como para juzgar la situación".

Por su parte, Sainz dejó claro que su impresión "era diferente": "Habrá que analizar con calma si era la mejor decisión, pero igual yo en el coche tenía una impresión diferente. El equipo tiene más datos y al parecer perdía posición hasta con Alonso".

"Tenemos que sonreír porque Hungría va a ser como Francia, y hay que ser posotivos porque nuestro objetivo no solo es ganar, sino el doblete", cerró el de Ferrari, que firmó una brillante remontada.