La nueva realidad de Marc Márquez es más que complicada. Lejos, muy lejos del podio. En la previa del Gran Premio de Cataluña incluso se atrevió a decir que era más "fácil" que le tocara la lotería a subir al podio. Y se ha podido ver que así es.

Porque lograr un buen resultado con la Honda es casi imposible. En el Gran Premio de Cataluña cruzó la línea de meta en decimotercera posición. Al menos no se fue al suelo esta vez. Algo que venía siendo habitual en este 2023.

Y nada más finalizar la prueba, el de Cervera quiso tener un gesto con su gente. La grada 'We are 93', donde se encuentran sus aficionados, recibió a su ídolo, que se colocó delante e hizo gestos muy claros.

"A la próxima, a la próxima", gesticulaba Marc, queriendo decir que volvería más fuerte y volvería a luchar por victorias en MotoGP. Nadie duda de su ambición, pero sí del futuro de la marca Honda, ahora en horas bajas.

Aleix Espargaró se llevó la victoria con la Aprilia, seguido de Maverick Viñales y de Jorge Martín. La carrera estuvo marcada por el accidente de Pecco Bagnaia, que afortunadamente quedó en un susto.

El futuro de Márquez

Márquez mantiene su compromiso con Honda y quiere ver cómo será la moto del año que viene: "Eso significa buscar el mejor compromiso para el 2024 y empezar el año bien, pero tengo ganas de ver la moto el lunes para empezar a trabajar para el año que viene".

"Tengo bastante claro lo que quiero hacer, y al final es buscar la mejor solución para el proyecto Honda que es intentar seguir trabajando, mejorando, seguir en el test de Misano y allí ser constructivos, aportar buena información para ellos y en todo momento intentar crecer", explicó el ocho veces campeón del mundial de motociclismo.