El martes 4 de enero se detectó un brote de coronavirus entre los jugadores y cuerpo técnico del Manchester City, lo que provocó el aislamiento de Pep Guardiola y de su segundo entrenador, Juanma Lillo, y la imposibilidad de estar en el banquillo en la tercera ronda de la FA Cup ante el Swindon Town.

Guardiola, por el momento, acostumbra a que gran parte de los entrenadores o analistas que forman parte de su cuerpo técnico sean españoles, como los conocidos nombres de Mikel Arteta o Domènec Torrent.

También es el caso de Rodolfo Borrell, de 50 años, que permaneció en las categorías inferiores del FC Barcelona desde 1995 hasta 2008, desde equipos de alevines hasta juveniles. En La Masía fue el primer entrenador de Lionel Messi y, también, trabajó con Andrés Iniesta, Cesc Fábregas y Gerard Piqué, entre otros.

Tras trece años en la entidad blaugrana, Rafa Benítez contrató los servicios de Borrell, en 2009, año en el que fue nombrado Director Técnico y Jefe de Entrenadores de la cantera del Liverpool. Durante toda su etapa como entrenador se ha ganado una gran reputación por mejorar jóvenes futbolistas de cantera, como, además de los ya mencionados anteriormente, Raheem Sterling.

En 2014 fichó por el Manchester City y, en observación desde los más pequeños hasta la categoría sub 21, ha sido el Director Técnico de la Academia, cargo en el que ha ayudado a la mejora de talentos emergentes como Phil Foden, entre otros.

Con seis jugadores y 14 miembros del staff técnico, el Manchester City venció, el siete de enero, al Swindon Town, equipo de la cuarta división inglesa, la League Two, por 1-4.

El período de aislamiento obligatorio, en Inglaterra, se ha reducido hasta los siete días, por lo que, si Guardiola y Lillo dan negativo en las respectivas pruebas, podrían volver al banquillo en el encuentro contra el Chelsea, el 15 de enero.