Novak Djokovic es un tipo que siempre ha sembrado dudas sobre su continuidad jugando al máximo nivel. A lo largo del año su estado físico y emocional ha pasado por una montaña rusa de emociones a pesar que después de Roland Garrosse convirtió en el tenista masculino más laureado de la historia.
Tras ganar su Grand Slam número 23 en París destacó que "el viaje aún no ha terminado". "Si estoy ganando Grand Slams, ¿por qué pensar en poner fin a una carrera que dura ya 20 años?, cuestionó. "Sigo sintiéndome motivado e inspirado para jugar el mejor tenis en estos torneos, los Grand Slams", recalcó.
De esta forma disipó algunas dudas que quedaban después de sus declaraciones hace dos semanas en la previa de Roland Garros:"Estoy siendo muy honesto con vosotros, me he hecho varias veces la pregunta de hasta cuándo sentiré el fuego competitivo para continuar".
Por el momento este misterio queda resuelto, pero conociendo a Novak no resultaría extraño que ante posibles contratiempos vuelva con sus frases que solo él comprende de "lo sé todo, pero no puedo decir nada, lo siento", como dijo en 'Sportal', o "veremos cuánto tiempo más quiero seguir llevándome al límite para intentar vencer".
No volveremos a verle en acción hasta dentro de tres semanas en Wimbledon, donde el número uno defenderá título en uno de sus Grand Slams favoritos.