Novak Djokovic ya tiene su Grand Slam número 23. Ya tiene el título que le hace ser el rey del tenis. Sí, porque el serbio es el que más grandes tiene. Lo es en solitario. Lo es después de haber conquistado el Roland Garros. Después de haberse coronado en la 'tierra de Nadal'. Así, superando a Casper Ruud, ha conseguido superar a Rafa.

Ha conseguido lo que parecía impensable hasta la llegada del Big Three. Lo que nadie podía imaginar hasta que Roger Federer llegó a la veintena. Hasta que Rafa Nadal puso todo en 22. Hasta que Djokovic, ahora, lo ha superado. Porque quien quiera ser el más grande de la historia ya sabe cuál es el número a superar.

El 23. Pues 23 son los Grand Slam que lleva 'Nole'. A saber cuántos serían, de no ser por el tema de las vacunas del COVID, pero ya son 23. Son muchos. Muchísimos. Y todavía parece quedarle cuerda. Todavía parece estar en un momento físico de plenitud que le permitió, en París, dominar sin casi oposición.

Y eso que no empezó bien en la final. Ni mucho menos. Porque de repente en el tanteador había un 0-3. Su saque, perdido. Sí, le tocaba remar. Le tocaba remontar. Le tocaba imponer su veteranía y su experiencia. Lo hizo. Forzó el 'tie break', y ahí no perdonó.

Se llevó el primer set, y en el segundo fue volando. Regalando en el camino puntazos tremendos en los que hizo que todo fuera pareciendo hasta fácil. Así es Djokovic, se mueve por pista dura, hierba o tierra sin problema.

El segundo set, en el bolsillo. El tercero, igualado. Igualado hasta que Djokovic, en el juego número 11, rompió el saque de Ruud. Fue el 6-5, y defendió su servicio para conquistar su Grand Slam número 23.