Los de Manchester, que llegaban con un balance de un empate y una victoria en liga, se enfrentaban en el sur de Inglaterra contra un rival teóricamente asequible, que no había arrancado la temporada como se esperaba y que en dos jornadas todavía no había sumado puntos.

Cinco días después de dejarse dos puntos en casa ante el Everton (1-1), Guardiola abandonó la defensa de tres centrales y volvió a colocar cuatro atrás: Danilo, Kompany, Otamendi y Mendy, en un 'once' con un claro 4-3-3 en el que destacaba la ausencia del 'Kun' Agüero.

No fue Pep el único que hizo modificaciones en su esquema, puesto que Eddie Howe, técnico de los 'Cherries', buscó sorprender a su rival y se decantó por un 5-3-2, dando la primera titularidad a un goleador contrastado como Jermaine Defoe.

Antes del primer cuarto de hora el Bournemouth ya iba por delante gracias a una obra maestra de Daniels, que se sacó un remate imperial desde el costado izquierdo del área que perforó la escuadra de la portería de un Ederson que no pudo hacer otra cosa que mirar.

Ahí aparecieron los 'Silvas', David y Bernardo, que se echaron el equipo a la espalda en busca del empate. Fue, precisamente, un gran pase del internacional español el que permitió a Gabriel Jesús marcar el 1-1 en el minuto 21.

Muchas ocasiones en la segunda mitad

Mejoró el Bournemouth en los segundos 45 minutos, en una mitad en la que ambos conjuntos gozaron de ocasiones claras: primero fue Otamendi el que se topó con el palo en un saque de esquina y luego King el que estuvo cerca de poner a su equipo por delante.

Cuando parecía que no había tiempo para más y los aficionados locales, pidiendo airadamente la hora al colegiado, celebraban el empate casi como un triunfo, apareció Sterling. El internacional inglés recogió, en el minuto 97, un rechazo dentro del área y soltó un remate que tocó en un defensa y se coló en la meta de Begovic ante el desespero de los locales.

Mientras los 'Cherries' protestaban al árbitro que el tiempo de prolongación se había excedido en dos minutos, los futbolistas del City, con Sterling a la cabeza -fue expulsado poco después-, festejaban por todo lo alto un triunfo que les coloca momentáneamente en lo más alto de la Premier League.