El Celta de Vigo se asomó este jueves al precipicio de la eliminación continental al empatar (1-1) contra el Standard de Lieja en la penúltima jornada del Grupo G de la Europa League, lo cual les hace depender de los belgas cuando se midan a domicilio a Panathinaikos en la última fecha.
Al cuadro celeste se le atragantó el sueño europeo en una final anticipada en la que no comparecieron a pesar de que en el minuto 9 un tanto de Iago Aspas encarriló el encuentro para los de Balaídos. A partir de ahí el Standard fue más que el Celta, hasta que logró el empate, mismo resultado de la ida, que deja a los de Eduardo Berizzo en tercera posición por un gol menos en el 'average' general.
Con el Standard volcado en ataque en el tramo final y un Celta inofensivo y descolocado se mascaba la tragedia, la que confirmó Laifis en el minuto 81. De esta forma, el Celta se jugará su presencia en dieciseisavos a domicilio ante el Panathinaikos, pendiente de lo que haga el Standard ante el Ajax, dueño de la primera plaza.
Iago sigue de dulce
De héroe a villano, Iago Aspas vio la segunda amarilla y expulsión en el tiempo de descuento, impotencia que complica más aún la empresa del Celta. Con el pase matemático en juego, la victoria guardaba la gloria y la derrota la eliminación, el empate terminó imperando sobre el césped mojado de Balaídos, estadio que estuvo lejos de disfrutar de la mejor versión de su equipo.
El Celta no tuvo paciencia ni criterio para mandar a partir de la posesión del balón y sufrió casi todo el encuentro. Avisó Berizzo de la importancia de no vivir un duelo alocado, sino dominar al rival. De inicio, pese a no lograrlo, le bastó con la pegada de Aspas, que se inventó un gol asistido desde el saque de banda. Antes Guidetti avisó con un disparo al palo.
A partir de ahí, el Celta perdió el balón y aparecieron los mejores hombres del cuadro visitante, Trebel, Belfodil y Orlando Sá, con este último encontrándose con el palo en un remate de cabeza. El partido se convirtió en un quiero y no puedo para los celeste, lejos de mandar ni siquiera tras el descanso.
Mal final
La arenga de Berizzo funcionó unos minutos. Apareció Aspas por banda derecha y Sisto por la izquierda, pero sin ocasiones claras. Con el marcador y el cronómetro en contra, el Standard se fue a por el gol y terminó encontrando premio después de serios avisos y un acoso que encerró a un Celta inoperante.
Laifis puso el 1-1 con minutos por delante para que la debacle celtiña fuera aún mayor. El choque de Raman con Rubén Blanco, que dejó 'seco' en el suelo al jugador visitante, paró el duelo y frenó el ímpetu de los belgas y, con Rossi en el campo a la desesperada, fue Sisto quien tuvo la ocasión de obrar el milagro.
La gesta tendrá que ser en Atenas, donde el Celta pondrá un ojo en los de Aleksandar Jankovic para mejorar los números del Standard sin Aspas, autor de nueve goles en lo que va de temporada.