El Athletic Club de Bilbao sacó tres valiosos puntos ante un rival directo por los puestos europeos como el Celta, al que batió este lunes en San Mamés por 2-1, gracias a un gol en el descuento de Mikel San José que ajustició a un rival que fue mejor, pero perdonó demasiado.
Los aficionados rojiblancos casi no se pudieron creer cuando el centrocampista navarro conectó un disparo desde fuera del área para batir a Rubén Blanco y culminar una remontada que se antojaba imposible minutos antes.
Y es que el conjunto de Eduardo Berizzo fue durante 80 minutos superior a los de Ernesto Valverde, pero desperdició ocasiones claras y aunque se adelantó con otro gol de Iago Aspas, un penalti y la expulsión de Roncaglia le terminó por arrinconar y marcharse de vació.
El Athletic remontó en diez minutos el gol inicial de Aspas
El equipo vigués desperdició dos claras ocasiones en la primera parte, con Guidetti enviando fuera un mano a mano ante Kepa Arrizabalaga y con Aspas estrellando en el larguero su vaselina. En el bando local, poco peligro salvo un remate de Aduriz bien detenido por Rubén.
Nada más comenzar la segunda parte, el delantero de Moaña demostró su estado de gracia con su décimo gol liguero y luego Kepa se encargó con dos soberbias paradas mantener a los suyos en el partido. Williams sacó entonces un penalti que le costó además la segunda amarilla a Roncaglia y que Aduriz no perdonó.
Con diez, el Celta fue echándose atrás y el Athletic encontró un premio inesperado para terminar el 2016 cerca de los puestos europeos.