Dijo Shevchenko tras el sorteo de Champions que si Messi sigue así el Barça será campeón de Europa. Y dijo Ancelotti que, con el argentino, el Barcelona es favorito ante la Roma en su duelo en cuartos. Desde luego, si el 10 está como estuvo ante el Athletic todo es más fácil para los de Valverde. El crack dirigió la victoria ante los vascos por 2-0 anotando el segundo y siendo, simplemente, el mejor.
Un pelele. Eso fue el Athletic en la primera parte en manos del Barcelona, o más bien en pies de Lionel Messi. El astro argentino se divirtió, y mucho, ante un rival que no dio señal de vida ni con el pitido inicial ni con el paso de los minutos. Lejos de buscar reivindicarse tras la eliminación en la Europa League, los de Ziganda estuvieron a merced de los locales.
Mal con la pelota y mal sin ella, el Athletic pudo salir goleado en solo 45 minutos. No fue necesario Luis Suárez, y tan solo Kepa mantuvo el tipo en un equipo que hacía aguas por todos los sitios posibles. Sin intensidad y sin fútbol, el 1-0 lo marcó Paco Alcácer tras un posible fuera de juego de Jordi Alba. Jugada típica culé para que el hoy '9' anotase el primero.
El segundo lo haría, cómo no, Lionel Messi. El argentino recibió en la frontal un balón de Dembelé y se sacó un latigazo con la zurda imparable. Kepa la toca, pero poco más que eso podía hacer ante un 10 que estaba con ganas. Que intervenía en todas las zonas del campo. Y que marcó, pero que cada partido que juega muestra que aun sin haberlo hecho también habría sido el mejor del primer acto.
Pudo ser un resultado mayor, pero los palos con los que se toparon Coutinho y Paulinho daban aún ciertas opciones a los vascos. Despertaron tras el paso por vestuarios, a la par que los azulgranas bajaron el ritmo viendo que su adversario, a pesar de que ya tenía latido, no tenía peligro.
Y eso que lo intentaban, y que incluso llegaban a pisar el área de Ter Stegen, pero el Barça tan solo tuvo que contemporizar y que manejar tanto el cuero como el tempo y el tiempo del envite para no tener el más mínimo apuro. Y, claro está, ver si Messi cazaba alguna.
El Camp Nou disfrutó. Incluso hizo la ola y, de nuevo, dedicó un sonoro aplauso a André Gomes para dar amor y cariño al luso. El Barça sin duda está dando todo eso y más a su hinchada, con un indiscutible liderato en la Liga en la que tras 29 partidos se mantiene invicto.