Sin duda es una de las imágenes más emotivas de la temporada. Sergio Llull volvió a demostrar que siempre está a la altura de llevar el brazalete del Real Madrid, y en un gesto de gran capitán, no dudó a la hora de ceder el trofeo de campeones a su entrenador, Pablo Laso, para que fuera él quien lo levantara.

Las sensaciones de las últimas semanas en el conjunto blanco han sido una auténtica montaña rusa. En lo deportivo, el equipo llegaba lanzado después de pasar por encima de Baskonia en los dos primeros partidos de las semifinales de la Liga Endesa. Pero justo antes del tercer encuentro, Laso dio el susto.

El técnico vitoriano fue ingresado en el Hospital Universitario Sanitas La Moraleja después de haber sufrido un infarto, y tras unas horas ingresado y en observación en la Unidad de Cuidados Intensivos por el cateterismo al que fue sometido pasó a planta, para posteriormente recibir el esperado alta.

Ha sido Chus Mateo el encargado de cubrir la baja de Laso en los cuatro partidos que ha disputado el Real Madrid en la final ante el Barça. Sin embargo, ya se le pudo ver dirigiendo con normalidad el entrenamiento previo al tercer encuentro de la serie. No se sentó en el banquillo pero vivió con los suyos los últimos minutos del partido.