Ni el septiembre más caluroso en décadas en la capital ha sido suficiente para descongelar el Dcode 2016, el cual, ya desde el anuncio de su cartel hace meses, dejó fríos y huérfanos a muchos de un gancho musical, de no ser por la presencia de 'Love of Lesbian' y, sobre todo, de Bunbury.

El zaragozano, en plena celebración de 30 años de carrera se ha ganado como pocas veces ese apelativo de adalid o campeón, tras sacar de cierto sopor a las cerca de 16.000 personas que se han acercado a la Ciudad Universitaria de Madrid en su sexta edición. Se trata de una de las cifras de asistencia más bajas de su historia, con 10.000 visitantes menos que el pasado año.

Dieciocho horas de música prometía la organización para aquellos temerarios que aguantaran desde esas primeras horas, a más de 30 grados al sol, con picos infernales en la sobremesa para poder disfrutar de M. Ward. Aunque el calor de verdad ha empezado a notarse, ya en horario nocturno, con los catalanes 'Love of Lesbian'.

"¡Un saludo a Supersubmarina, que sabemos que se están recuperando!", ha gritado en la despedida Santi Balmes, en recuerdo del grupo de Úbeda, protagonistas de la edición de 2015 y víctimas de un grave accidente de tráfico a principios de agosto.

Y así, brazos en alto, cuando no echados sobre el hombro del compañero, se han izado los vasos al ritmo de 'El espíritu del vino', pero también se han despuntado miles de dedos al cielo con 'Mar adentro', 'Avalancha' y, cómo no, 'Maldito duende"', clímax del espectáculo, con Bunbury a lomos del público, en un baño de masas literal.