De todos los embutidos que existen en el mercado, hay dos que son más sanos o saludables que los demás: el lomo ibérico y el jamón ibérico, ambos son según los expertos en alimentación y nutrición, los embutidos de mayor calidad, por ser ibéricos y ser de carne magra, que es la carne más saludable de todas.
De este modo y según explica la nutricionista Claudia Gras Sainz-Pardo, miembro de la Comisión de Nutrición Comunitaria del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana ( CODiNuCoVa ), tanto el lomo como el jamón ibérico no tienen un gran porcentaje de grasa en comparación con el resto de embutidos.
Debemos destacar que los embutidos pertenecen al grupo de productos cárnicosy procesados y por ello se incluyen dentro de los alimentos que debemos consumir de forma ocasional. No obstante, y dentro de este grupo, el jamón ibérico y el lomo ibérico serían los de mayor calidad, por esas dos razones: por ser de tipo ibérico y por no tener un alto porcentaje de grasa.
"Los dos son nutricionalmente muy parecidos y una gran fuente de proteínas de alto valor biológico y que contienen una amplia variedad de minerales y de las vitaminas del grupo B", explica la nutricionista.
- Jamón ibéricos: tiene un porcentaje de grasa de en torno al 20%.
- Lomo ibérico: tiene un porcentaje graso de en torno al 15%.
- Pero ambos, lomo ibérico y jamón ibérico tienen el menor porcentaje graso dentro del grupo de los embutidos. Y además, su tipo de grasa es de mayor calidad que el del resto de embutidos.
Por tanto, podemos decir que de los dos, que entre el jamón y el lomo ibérico, el más saludable de los dos y por ende de todos los embutidos, es el lomo ibérico. "Si buscamos un producto menos calórico y graso, optaríamos por el lomo ibérico", asegura Gras Sainz-Pardo. Pero -insiste- ambos productos (lomo ibérico y jamón ibérico) son nutricionalmente muy interesantes.
La calidad importa, pero también la cantidad
Pero como casi todo en nutrición, lo más importante además de la calidad de la comida, es la cantidad. Como sabemos, los embutidos son para tomar de forma ocasional, incluidos el jamón y el lomo ibérico, pero éstos por ser nutricionalmente mejores que el resto de su grupo de alimentos, podríamos tomarlo en mayor cantidad, siempre teniendo en cuenta las patologías de cada persona.
Como explicaba Gras Sainz-Pardo en Estos son los embutidos más saludables para comer en Navidad, la recomendaciones general en personas sanas es la de no superar las 2-3 raciones semanales, siendo una ración de unos 40 gramos.
Es cierto que en Navidad se comen más de estos embutidos y sobre todo de los "buenos", del jamón y el lomo ibérico, pero un consejo para no comer de más es sería "no poner una tabla de aperitivo exclusivamente de embutido, ya que entonces nuestra ingesta en ese momento se simplifica y reduce a este grupo de productos, no pudiendo aprovechar otros nutrientes que son fácilmente combinables", aconseja.
Por ello, un truco que ofrece es el de "combinar el embutido en una tabla variadacon otros alimentos como: frutos secos tostados (aportando otros ácidos grasos de calidad y mejorando el perfil graso general del plato), fruta deshidratada (aportando fibra y vitaminas), quesos de calidad (cuyo ingrediente principal sea la leche correspondiente, acompañada por el cuajo, coagulantes, fermentos y sin un exceso de sal), y uvas (de nuevo aportando fibra y vitaminas)".
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"De esta forma, conseguiremos saciarnos de la misma manera, pero con una mayor densidad nutricional y un perfil de nutrientes mucho más variado, aportándonos muchísimo más a nivel corporal y orgánico", finaliza la experta.