Todos sabemos cuáles son los productos no saludables. Sin embargo, en la práctica, los consumimos. Un equipo de laSexta Columna sale a la calle para hacer un experimento y pregunta a la gente qué elegiría para comer al llegar a casa: bollería, patatas fritas de bolsa, embutido, nueces, o manzanas.

Tras preguntar a varias personas, el vencedor con notable diferencia es el embutido.

En segunda posición se queda el embutido y después se da un triple empate final con las patatas fritas, las nueces y las manzanas.

No obstante, a la hora de analizar la merienda preferida hay que tener en cuenta el condicionante del estrés.

Claramente, al preguntar a la gente por el producto más consumido bajo los efectos de la ansiedad vence uno: el chocolate.

"El estrés y la ansiedad son muy complejos de gestionar. Podemos empezar con una relación disfuncional con la comida, no sabiendo gestionar antojos, no sabiendo escuchar qué nos pide el cuerpo, y sumado al contexto social que nos invita a utilizar la alimentación como instrumento, caldo de cultivo perfecto para un trastorno alimentario", avisa Aitor Sánchez, dietista-nutricionista y tecnólogo alimentario.