Proliferan los pastores de la dietética que prometen hacer desaparecer esos kilos de más con métodos que parecen sobrenaturales. Son predicadores con creyentes que viven la fe y que defienden teorías como que ingerir agua de mar adelgaza.

También hay facciones de la religión dietética que optan por meterse una sonda en el cuerpo para adelgazar. Hay quienes desde internet combaten al satán de los kilos bebiendo solo sirope, tragando vinagre, comiendo pastillas que exorcizan la grasa, o recurriendo al espíritu santo de los batidos desintoxicantes.

¿Milagro, o tongo? Aitor Sánchez, dietista-nutricionista y tecnólogo alimentario, no tiene dudas.

"Hemos tenido cantidad de dietas milagro que son peligrosas desde el punto de vista fisiológico y mental por causar un déficit. Se le atribuye a un zumo, o batido, propiedades detoxificantes cuando no las tienen. No pierdes peso por los batidos, pierdes peso porque estás comiendo menos. Te están engañando y a costa de una alimentación incompleta y, además, poco saludable", alerta.