Investigación patrimonial
Cristina Pardo: "Es mucho más fácil ocultar que eres pobre que ocultar que eres rico"
El juez Leopoldo Puente habría calculado la cantidad que podrían haberse embolsao Koldo García, Santos Cerdán y José Luis Ábalos a través de las mordidas.

Santos Cerdán ha pasado su primera noche en el centro penitenciario de Soto del Real, en Madrid. El exsecretario de organización del PSOE fue enviado a prisión tras declarar ante el juez del Tribunal Supremo por la trama de corrupción en la que habría participado junto a José Luis Ábalos y Koldo García.
En su auto, el juez Leopoldo Puente habría calculado la cantidad que podrían haberse embolsado los participantes de la trama. Iñaki López expone que el juez habría hecho esos cálculos en base a las adjudicaciones. "Únicamente Acciona habrían superado los a 500 millones", indica.
Alfonso Pérez Medina explica que, por ejemplo, "si la mordida podía alcanzar, siendo muy reservados, un 1% serían cinco millones de euros". "Lo que se ha hablado en esas conversaciones es que Koldo y Ábalos se habrían repartido entorno a 1.620.000 que cobraron, 450.000 que estaban pendientes de cobrar", añade el periodista. "El juez se pregunta dónde están los otros 4 millones y, por eso, tiene que desarrollar esa investigación patrimonial contra Santos Cerdán", aclara Pérez Medina.
La UCO ya está trabajando en esa investigación que determinará, entre otras cosas, si había terceras personas, físicas o jurídicas, que se hayan llevado ese dinero. "Tampoco se puede descartar que haya, incluso, más dinero", plantea Cristina Pardo, "creo recordar que en el caso de Bárcenas se llegó a hablar de que tendría casi 30 millones de euros en varios países".
"Bárcenas llegó a tener 47 millones de euros en sus cuentas en dos bancos de Suiza", señala Pérez Medina, "con lo cual, son cantidades que, comparadas con este caso, son muchísimo más grandes". "La clave de esta investigación es que no se sabe mucho dónde está el dinero de las mordidas", añade el periodista.
Como señala Pérez Medina, los investigadores coinciden en que es sencillo destruir documentos pero no cuentas bancarias, empresas o sociedad. "Es mucho más fácil ocultar que eres pobre que ocultar que eres rico", apunta Cristina. "No es fácil, desde luego", responde el periodista, "hay mecanismos pero, luego, si se va desentrañando la madeja algún fallo siempre se comete".