En la segunda entrega de la tercera temporada de 'Lo de Évole', Jordi Évole entrevista a Gervasio Deferr, posiblemente el mejor gimnasta masculino de la historia del deporte español que ganó la medalla de oro en salto de potro en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 y Atlanta 2004, y que también fue plata en suelo en Pekín 2008.

Considerado por algunos como "el Maradona de la gimnasia", como señala la periodista Paloma del Río, Deferr cuenta a Évole algunos de los momentos más emocionantes de su carrera, como aquel salto que significó su primer oro olímpico, pero también otros más oscuros, como su positivo por cannabis por el que fue suspendido durante tres meses, su miedo a no pasar el control antidopping por consumir cocaína o la noche de borrachera antes de proclamarse campeón olímpico: "No me acuerdo cómo me fui a dormir".

En la entrevista con Jordi Évole, Deferr habla de cómo su retirada solo sirvió para que sus adicciones empeoraran: "Pasé cuatro años inundado en alcohol y en drogas porque no encontraba la razón de nada, y la única manera de parar a mi cabeza era bebiendo". En estos años de infierno, el ex gimnasta vivió episodios terribles, como el del infarto que sufrió su madre: "Mi madre se moría y yo no podía estar porque estaba ciego", confiesa.

Una historia de ascenso, caída... y redención

Para la realización de la entrevista, Jordi Évole se desplaza hasta el gimnasio que Deferr regenta en su barrio de La Mina, una zona humilde del extrarradio de Barcelona, que ha servido al ex gimnasta para encontrar la luz al final del túnel y reencontrarse a sí mismo: "Ahora he vuelto a recordar el porqué de mi esencia, de lo que soy, he vuelto a sentirme Gervi".