El 5% del PIB, punto de conflicto

Más allá de los aranceles: las múltiples formas en que Trump podría castigar a España por su bajo aporte a la OTAN

Los detalles Desde bloquear alimentos hasta retrasar productos industriales, el presidente estadounidense tiene muchas formas de presionar sin necesidad de impuestos. Te contamos las posibilidades reales y qué puede hacer ya mismo.

Más allá de los aranceles: las múltiples formas en que Trump podría castigar a España por su bajo aporte a la OTAN

España no llega al 5% del PIB en gasto militar. Ni cerca. Y eso, para Donald Trump, es un problema. El presidente estadounidense ha dejado claro que los países que no cumplan con su aportación a la OTAN "pagarán un precio", y lo que más teme ahora Moncloa son represalias económicas disfrazadas de aranceles o trabas comerciales.

La preocupación crece en Madrid y Bruselas. Aunque no puede imponer aranceles solo a España —los gestiona la UE en bloque—, Trump tiene muchas formas de castigar económicamente a quienes no bailen al ritmo que marca Washington. Algunas sutiles. Otras no tanto.

Y el miedo no es solo retórico. Trump ya ha usado estas tácticas en el pasado con países aliados que no seguían su guion. Ahora, con el 5% del PIB como nuevo listón para los miembros de la OTAN, [[LINK:INTERNO|||Article|||685c306f87f7430006020ae8|||España —que no llega ni al 1,3%— ]]está claramente en la diana.

En teoría, no puede subir aranceles solo a nosotros. Pero eso no significa que no pueda tocarnos el bolsillo.

¿De verdad puede Trump castigar económicamente a España?

Sí. Y además, sin montar un gran escándalo internacional. A veces, ni siquiera necesita anunciarlo. Puede hacerlo desde las aduanas, desde los despachos o simplemente desde un tuit.

Aquí van algunas de las opciones que están sobre la mesa —y que preocupan en el Gobierno y entre los exportadores españoles—:

¿Podría bloquear alimentos españoles? Sí. Basta con que en la aduana se alegue que no cumplen los estándares sanitarios. Se retrasa su entrada, se exige más papeleo… y el envío se pudre. ¿Y la cerámica, las tuberías, los neumáticos…? También. No hace falta aranceles: solo con pedir certificaciones nuevas o multiplicar inspecciones ya se puede frenar la llegada de estos productos. ¿Puede excluir a empresas españolas de contratos públicos? Sí. Puede fijar condiciones que nos dejen fuera, sobre todo en sectores estratégicos como defensa, tecnología o energía.

¿Y si quiere frenar la inversión de empresas estadounidenses en España? Puede. Un simple mensaje de advertencia —"España no es un destino fiable"— basta para congelar decisiones de inversión. ¿Podría impedir que empresas españolas compren compañías de EEUU? Sí. Aumentando los controles de seguridad o alargando los procesos de revisión. Legal, lento y desesperante.

¿Y si quiere vetar productos estadounidenses para España? También. Tecnología, componentes clave, software militar… Puede cerrar el grifo con un decreto. ¿Incluso cerrar o reducir las bases militares en España? Puede. Rota y Morón están en suelo español, pero su presencia depende de acuerdos. Si decide irse, avisa… y se va.

¿Y todo esto, lo haría de verdad?

Si algo ha dejado claro Trump en su anterior mandato es que está dispuesto a usar el poder presidencial para castigar, presionar y forzar acuerdos, incluso con aliados. Puede parecer exagerado, puede acabar en los tribunales, puede ser contraproducente… pero si quiere hacerlo, puede hacerlo.

Los mecanismos están ahí. Las excusas también. Y la presión ya ha empezado.