El modelo madrileño bajo la lupa
Hospitales públicos gestionados por empresas privadas, ¿quién controla a quién?
La otra cara En teoría hay controles, pero en la práctica son escasos. Las reuniones entre administración y empresas giran sobre dinero, precios y compensaciones, mientras los pacientes y profesionales sufren un sistema donde los beneficios económicos parecen importar más que la salud.

¿Cómo ganan dinero los hospitales privados que gestionan centros públicos en Madrid? La clave está en el modelo de pago que utiliza la Comunidad de Madrid. Cada año, Sanidad les paga una cuota fija por cada vecino asignado a ese hospital, vayan o no vayan. Es decir: si no van, o si solo reciben curas, operaciones o consultas baratas, la empresa sigue ganando dinero. Y además, pueden cobrar aparte por los pacientes nuevos que derivan desde otros hospitales.
Un modelo que ya ha sido rechazado en otros países. Australia, por ejemplo, está a punto de aprobar una ley en Nueva Gales del Sur para que hospitales públicos con pacientes graves nunca puedan ser gestionados por empresas privadas. En Inglaterra, el modelo también está en entredicho. Un estudio de 'The Lancet', que analizó más de 100 casos, asegura que por cada 1% de gasto público sanitario derivado a empresas privadas, aumenta un 0,39% el número de muertes tratables.
Hoy, Rafael Bengoa, exconsejero de Sanidad de País Vasco y exmiembro de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo ha dejado claro en Al Rojo Vivo: "Hay varios países que han intentado este modelo y se ha decidido que no es viable para hospitales públicos complejos. En Inglaterra y Australia se ha evaluado y se ha descartado".
En España, la responsabilidad pública debería ser poner las reglas y controlar a las empresas, pero conseguir información es casi imposible. En laSexta hemos intentado hablar con la administración, con las empresas privadas y con asociaciones del sector, pero la mayoría de las respuestas han sido muy genéricas, remitiendo solo a los pliegos de condiciones.
Sí existen controles, como las comisiones de seguimiento entre la administración y los hospitales, donde se revisan actas públicas. En Madrid, las últimas actas son de 2023 y se refieren a los cinco hospitales de gestión privada (Quirón y Ribera). Desde entonces, no hay reuniones públicas. Y lo que se discute en estas comisiones no es la atención a los pacientes, sino dinero: quién paga qué, revisiones de precios, compensaciones por medicamentos…
Algunos ejemplos:
- La administración dice que revisará los precios tras seis años sin subirlos; la empresa pide que sea retroactivo.
- La administración propone cubrir un medicamento preventivo contra el sida; la empresa responde que no le compensa.
- La empresa quiere cobrar por un tratamiento que ya ofrecen hospitales públicos; la administración discute cómo compensar pagos anteriores.
La discusión es sobre dinero, no sobre salud. A pesar de esto, sí hay evaluaciones. La última revisión de Torrejón, publicada por la administración, muestra que el hospital funciona, pero los propios profesionales alertan de problemas graves. En una carta de mayo de este año, decían: "La situación resulta, en definitiva, insostenible desde todos los puntos de vista: asistencial, laboral y ético".
*Sigue a laSexta en Google. Toda la actualidad y el mejor contenido aquí.