Un euro con 76 por litro. Este es el precio medio de la gasolina 95 en España. El preciomás alto de lo que llevamos de año. Comenzamos el 2023 con el carburante a un euro con 62 y en estos meses ha subido más de un 7%. Y parece que va a seguir subiendo. Aunque todavía no hemos llegado al 1,80, como cuando se incorporó la bonificó de 20 céntimos. Tampoco el Diesel está dando alegrías a los conductores. Empezó alto en enero, fue bajando y ahora no para de subir. Actualmente, el litro se encuentra a 1,66 euros.

La demanda de gasolina, gasóleo, carbón o gas es cada vez mayor. Y así va a ser hasta 2030. Lo ha dicho el máximo responsable de la Agencia Internacional de Energía: "El tope de demanda de combustibles fósiles se producirá en esta década". Mucho antes de lo previsto. Y posteriormente, bajará. Se irá reduciendo el consumo. Sin embargo, si baja la demanda de este tipo de combustible, ¿va a bajar el precio? Para eso, habrá que esperar. Todo hace indicar que la demanda bajará, pero no será una bajada espectacular. Y el precio, además de la demanda, va a depender de la oferta de petróleo que haya. Por lo que aún es pronto para decir si va a bajar o no.

¿De dónde sale ese pronóstico? El mundo, en general, va a necesitar menos combustibles fósiles, o sea, carbón, gas y petróleo porque aumenta la eficiencia energética, aumentan la generación de energía renovables, aumentan los coches que no necesitan petróleo y además uno de los grandes consumidores, China, deja de necesitar tanto porque se va sumando a las nuevas formas de energía y su economía se ralentiza, así que no necesita tanta energía. Y eso hace que se haya acelerado el proceso vaya a ser en esta década cuando se vaya a dejar de consumir tanto combustible fósil

Este pronóstico no ha gustado a los países productores de petróleo. La OPEP, el grupo de países que representa al 40% de la producción de petróleo y que tiene el 80% de las reservas, se ha mostrado escéptico. Ha argumentado que este pronóstico tiene más de ideología que de hechos. Y ha alertado de que este tipo de mensajes pueden llevar a reducir la inversión en estas energía. Lo cual, según la OPEP, podría llevar a un 'caos energético' con 'consecuencias nefastas'.