Resurge en pleno siglo XXI

200 años después, Trump 'juega' a la Doctrina Monroe: América Latina vuelve a ser su "patio trasero"

La otra cara Trump no necesita enviar tropas para hacerse notar. Su estrategia es más sutil: presionar, sancionar y premiar a los países según cumplan sus reglas. América Latina, como hace 200 años, sigue siendo su "patio trasero" bajo vigilancia constante.

200 años después, Trump juega a la Doctrina Monroe: América Latina vuelve a ser su "patio trasero"

Donald Trump ha vuelto a dejar claro que América Latina no está en el radar por casualidad: es su "patio trasero". Primero fue Venezuela, y ahora le toca a Colombia. Tras acusar al presidente colombiano de liderar el narcotráfico, Trump ha decidido cortar todas las ayudas de Estados Unidos al país. Petro asegura que está equivocado y niega cualquier vínculo con el narcotráfico, pero el mensaje de EEUU es inequívoco: quien no sigue las reglas estadounidenses, paga un precio.

No es un hecho aislado. La estrategia de Trump se articula como un mapa de presión y recompensas. Mientras otorga a Javier Milei en Argentina un paquete económico récord de 20.000 millones de dólares, presiona a Panamá para que limite la influencia de China en el Canal, castiga a México con duras medidas arancelarias si no refuerza el control de su frontera y observa de cerca a Brasil. La consigna es clara: o estás con Estados Unidos… o estás con sus enemigos.

El patrón recuerda mucho a la vieja 'Doctrina Monroe', proclamada hace más de 200 años para mantener a Europa fuera del continente americano. En aquel entonces servía para proteger a los vecinos del sur, aunque luego fue utilizada para anexar territorios como Texas y California. Durante la Guerra Fría, justificó golpes de Estado y operaciones encubiertas bajo la excusa de frenar el comunismo. Hoy, el enemigo es China.

Trump parece decidido a actualizar esa estrategia: América Latina es demasiado estratégica para dejar que China se haga con sus recursos y sus rutas comerciales. Desde controlar el Canal de Panamá hasta vigilar a los grandes socios comerciales de China como Brasil, Perú o Chile, la idea es clara: mantener a EEUU en la silla de mando de la región.

La pregunta es evidente: ¿estamos ante una 'Doctrina Monroe 2.0'? Sus hechos sugieren que sí. Trump no habla de intervenciones militares, pero sí de control económico, sanciones y presión política directa. Como hace más de dos siglos, el mensaje es el mismo: América Latina es territorio sensible para Estados Unidos… y el que no siga las reglas, lo siente en el bolsillo.

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