Santi Alverú tenía desde hace tiempo planeado su viaje a Ucrania y a pesar de que la situación empezaba a empeorar, decide mantenerlo. "Quise mantener el viaje para hacer un reportaje sobre cómo se veía la escena de la comedia en ese momento mientras había un peligro en el país", asegura el periodista.

El miércoles, Alverú cenó en un restaurante en Kiev, donde la vida seguía como cualquier otro, y el jueves se despertó en el hotel con el sonido de las sirenas avisando de los bombardeos: "Un sonido aterrador".

El periodista se puso en marcha para salir del país pero empezó a encontrar impedimentos: el aeropuerto había sido bombardeado, en la estación de trenes no salía ningún tren, no tenía Internet... La situación se complicaba por momentos y Alverú asegura que pasó mucho miedo.

Un día y medio fue lo que tardo en salir del país. En el vídeo que acompaña a estas líneas desvela cómo fue la odisea hasta llegar a la frontera de Ucrania.