Carmen Franco, hija del dictador, murió en diciembre de 2017 en Madrid a los 91 años por un cáncer terminal. Ella fue la única heredera de Franco y, a su vez, sus hijos heredaron sus propiedades.

La familia ha ido vendiendo diferentes empresas de aparcamientos por valor de 17 millones de euros y el pazo de Meirás pasó a manos del Estado en 2020 por decisión judicial.

Equipo de Investigación puso el foco en la fortuna de los Franco en un programa de 2012 que laSexta ha vuelto a emitir este sábado.

El mapa de la herencia inmobiliaria que recibe la familia recorre todo el país. Palacios, fincas, chalés... a mediados de los 70 se contabilizan hasta 22 propiedades de la familia, pero solo tres a nombre del dictador.

"Lo que formó parte del testamento patrimonial de Franco cuando murió era la finca de Valdelafuente, cerca de Madrid, el canto del Pico, en Torrelodones, y el pazo de Meirás, en A Coruña", indica Jesús Palacios, único periodista que entrevistó a Carmen Franco.

"Franco no dejó herencia en el sentido literal por miedo, quizá, a que la democracia pudiera traer la expropiación de bienes conseguidos de forma fraudulenta, o de forma singular, durante los años de dictadura", apunta Mariano Sánchez Soler, investigador del patrimonio de los Franco.

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2012 que laSexta ha vuelto a emitir este sábado.