En el despacho de José Ramón Felipe Condés, los casos de propietarios desesperados por recuperar sus viviendas han crecido 30% en los últimos meses. El abogado señala que "la pandemia favorece que se okupen casas porque las propiedades que están vacías llevan mucho tiempo así". "Si a eso añadimos que sale reformas que incentivan la okupación por parte de los delincuentes, pues es normal que se okupen más viviendas", afirma.

En este sentido, el abogado señala que "en el Real Decreto de enero del 2021, lo que dice es que salvo que se dé violencia o intimidación en las personas a la hora de entrar en una casa vacía, no se va a poder echar al okupa hasta que termine el estado de alarma".

En lo referente a por qué los okupas se meten en segundas residencias, Felipe Condés indica que "el okupa se preocupa de que no viva nadie en la vivienda porque sabe que la pena que va a tener es ridícula".