Equipo de Investigación

El pésimo estado de la nave de una empresa cárnica: "Cuando llovía las alcantarillas estaban embozadas y se veía la carne"

Un trabajador de la nave de al lado de la que fue intervenida a las afueras del municipio alicantino de San Vicent del Raspeig ha desvelado a Equipo de Investigación algunos de los episodios que vivió trabajando puerta con puerta.

El pésimo estado de la nave de una empresa cárnica: "Cuando llovía las alcantarillas estaban embozadas y se veía la carne"

A las afueras del municipio alicantino de San Vicent del Raspeig, en una nave del polígono industrial, los agentes del Seprona han descubierto que una empresa habría distribuido carne fuera de control sanitario.

"Vemos que la forma de conservación de esas carnes no es normal. Al ver que hay irregularidades, nos vamos al etiquetado y vemos que hay cajas donde pone carne de pollo y, sin embargo, nos encontramos que son carne de vacuno o carne de ovino. También observamos que hay carnes expuestas al frío y esas carnes expuestas no pueden estar bien y que el color de esas carnes sugieren que no va a ser favorable para utilización en la cadena alimentaria. Había carne en mal estado y sin trazabilidad, se habían elaborado ya productos cárnicos para, a su vez, transformarlos en hamburguesas o, en este caso, kebabs", relata Cristóbal Olmedo, jefe de Patrulla del Seprona en Alicante.

Una carne en mal estado comercializada que, al ser ingerida, supone una serie de riesgos: "No se sabe el origen, ya se presupone que es un producto no seguro. Y que lleva unos riesgos desde la listeria, desde cualquier hepatitis, de cualquier enfermedad que puede llevar el origen y una mala conservación del producto".

La Guardia Civil inmovilizó y destruyó 40.000 kilos de carne en mal estado. Durante el registro, el dueño de la distribuidora observó la operación sereno y con las manos en los bolsillos. Equipo de Investigación ha acudido a la nave donde se trataba y almacenaba esa carne. El telefonillo estaba roto, pero el vecino de la nave de al lado sí relata lo que ha vivido al convivir con esta empresa: "Cuando venía el camión, sacaban unos contenedores y olía fatal. De hecho, estábamos almorzando y nos teníamos que meter porque olía muy mal".

"A veces las alcantarillas de su nave cuando llovía estaban como embozadas y se veía la carne", ha afirmado, añadiendo que la empresa estuvo trabajando un año y medio o dos antes de desaparecer.

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