El 22 de julio Joaquín Ferrándiz, conocido como el asesino en serie de Castellón, dejó la prisión de Herera de la Mancha, en Ciudad Real. Quedó en libertad tras cumplir condena por asesinar a cinco mujeres e intentar matar a otras dos entre 1995 y 1998. Equipo de Investigación analizó su caso en un programa de enero que laSexta ha vuelto a emitir este viernes.

A pesar de sus estremecedores crímenes, el asesino no llamaba la atención entre su entorno. Le conocían como "buen vecino" y muy trabajador, incluso llegó a ser empleado del mes en su empresa.

"Parecía normal y es bastante inteligente. Era una de las personas que cuando subía alguien era amable, le aguantaba la puerta o le cogía las bolsas", relata un vecino.

"Era un chico completamente normal, trabajador, puntual, amigo de sus amigos, lo más parecido a un perfil de persona normal", añade la periodista María Fabra.

La sucursal de una importante agencia de seguros lo contrató e incluso llegó a nombrarle empleado del mes, coincidiendo con el verano en el que acabó con la vida de su quinta víctima.

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de enero que laSexta ha vuelto a emitir este viernes.