Las mafias del 'Rivotril' buscan dónde abastecerse. El ansiolítico es también una medicación habitual para los adictos en proceso de desintoxicación. Un hombre accede a hablar con Equipo de Investigación sobre el mercado negro del 'Rivotril', algo que no le gusta nada a otro que está en la misma zona: "Te aligeras de aquí, ¿vale compi? Te lo digo a la cara". "¿Me vas a dar o qué?", le responde el otro, tras lo que el primero le insiste en que si quiere hablar con los reporteros, se vaya de ese lugar.
Más tarde, dos hombres se acercan a nosotros, y uno de ellos declara que "no recetaría 'Rivotril' porque se lo venden a los marroquís a 30 o 50 euros la caja". "No hables porque nos lo van a quitar y es un negocio para nosotros", se escucha decir a otro hombre por detrás, a lo que añade: "Les estás dando mucha información; no me busques la ruina, porque yo tengo aquí un papel de tres farmacias que me he hecho por atraco, para llevarme las pastillas...".
Así, el hombre reconoce abiertamente que ha atracado farmacias para conseguir 'Rivotril': "Tengo 15 años de condena por ese rollo", señala, al tiempo que cuenta que robó las pastillas "para venderlas" porque le daban "mucho dinero". "A mí me daban 60 euros por una caja", indica.
En Equipo de Investigación
Una forense defiende la implicación de varias personas en el doble crimen de Guanarteme: "Es muy difícil que una sola persona transporte y entierre en un barranco a dos personas"
Los cuerpos de Antonio Quesada y Ana María Artiles, el matrimonio de Guanarteme, aparecieron en el Barranco de las Vacas, un lugar apartado de Gran Canaria y de difícil acceso. Por eso la forense cree que en el asesinato participaron varias personas.