A sus 53 años, Carmen Sánchez es una de las muchas españolas que tiene que hacerse cargo de sus nietos; en su caso, cinco: "En mi casa no entra ahora mismo nada. Estamos en paro". Según denuncia, es imposible acceder a lo más básico: "Nos apañamos con lo que rebuscamos y con lo que me aportan ellos". Se refiere a los voluntarios de Banco Obrero. No obstante, para ellos la situación también se está complicando.

"Con precios por las nubes, la gente intenta colabrar pero no puede", ha lamentado Carlos Gutiérrez, voluntario de esta asociación. En el sur lo notan más. La brecha con el norte de España cada vez es más elevada. La pobreza supera el 30% en las comunidades al sur país, mientras que en el norte es menor: "La brecha llevaba unos cuantos años bajando, pero ha vuelto a crecer", ha advertido Juan Carlos Llano, responsable de Investigación de Red de Lucha contra la Pobreza y Exclusión Social.

Euskadi y Navarra tienen las tasas más bajas de pobreza en todo el país, mientras que Extremadura y Andalucía líderan la tabla. Ignacio Romero lo nota en la ONG 'Servicios Sociales de San Juan de Dios' que dirige en Sevilla. Los usuarios han crecido un 20%: "Hemos detectado cambio en el perfil de usuarios. Un 47% son trabajadores empobrecidos". Esa es una de las causas que se une al tipo de empleo y al nivel educativo.

"Al final, la primera causa de la que bebe todo lo demás es una brecha en el nivel educativo. Explica no solo las tasas de paro, sino también las tasas de trabajo a tiempo parcial", ha detallado Ángel Martínez, economista e investigador en EsadeEcPol. Los expertos defienden que es clave la presencia de las ayudas estatales porque, si no, el numero de personas bajo el umbral de la pobreza sería mucho mayor.

Para Llano, sin presencia del Estado, las tasas de pobreza "serían entre un 10% y un 20% más elevada. Cada punto es medio millón de personas". Lo que supondría que, sin estas ayudas públicas, calculan, el número de personas bjao el umbral de la pobreza crecería a números escandalosos y que de ninguna forma se deberían tolerar: entre cinco y diez millones de personas se verían afectadas.