Genocidio en Palestina
"Pierdes una parte de tu ser": el desgarrador relato de un médico británico tras trabajar en Gaza
¿Por qué es importante? Israel ha creado una situación crítica en la Franja y los sanitarios que han ido allí afirman que "nunca" han vivido algo así en sus carreras.
Resumen IA supervisado
El horror vivido en Gaza por médicos voluntarios es indescriptible, según testimonios de sanitarios británicos como James Smith, quien afirma que la experiencia marca un antes y un después en la vida. Trabajar en condiciones extremas, con pacientes sangrando en el suelo y hospitales desprovistos de recursos, ha dejado una huella imborrable. Anna, otra médica británica, relata haber realizado 32 amputaciones en poco más de dos semanas, enfrentándose a la escasez de alimentos y suministros médicos. La situación en Gaza es crítica, con una hambruna que afecta a la población, incluidas madres y recién nacidos, mientras la violencia persiste, cobrándose vidas y dejando cientos de heridos.
* Resumen supervisado por periodistas.
No es lo mismo verlo que vivirlo. Que sentir todo el horror de Gaza en primera persona. Esto es algo que han experimentado los no pocos médicos que han ido a ayudar. Que han estado en el enclave para tratar de hacer cuanto podían para salvar las vidas que Israel trata de quitar. Como cuenta un sanitario británico, estar allí, en la Franja, supone un antes y un después.
"Vivir eso y experimentarlo... Creo que pierdes una parte de tu ser", expresa James Smith, médico y profesor en política humanitaria, quien a pesar de todo afirma que trabajar en Gaza ha sido un privilegio para él.
Todo, aún con las duras imágenes que ha tenido que ver: "Hemos tratado a gente en el suelo, sangrando uno sobre el otro. Las condiciones en los hospitales... nunca he vivido nada así en mi carrera".
"Que los palestinos vivan en estas condiciones mientras los demás viven sus vidas tan normales es la mayor distopía y situación perversa", dice Smith.
"32 amputaciones en dos semanas y media"
Pero no es el único sanitario británico que ha vivido en primera persona el genocidio de Gaza. Porque Anna, una cirujana acostumbrada a trabajar en Liverpool, ha estado allí dos veces. "En dos semanas y media hicimos 32 amputaciones", expresa.
La situación, crítica: "Mi compañero palestino ha operado, hace dos días, con una vía intravenosa en el brazo porque no había comido en tres días".
Es lo que se vive día a día en la Franja. Sin luz, sin analgésicos, sin agua, sin vendas... y sin comida. En una hambruna que amenaza cada jornada a los palestinos y a las palestinas. Que tiene a los recién nacidos sin prácticamente poder alimentarse y que ha hecho saltar las alarmas de la comunidad internacional.
Mientras, las autoridades sanitarias de Gaza han indicado que en las últimas 24 horas Israel ha matado a 53 personas y ha herido a más de 400 cuando trataban de obtener ayuda humanitaria.