La Audiencia Provincial de Málaga ha concedido la libertad bajo una fianza de 25.000 euros para Sergio, el presunto asesino de Dana Leonte, que desapareció el pasado 12 de junio en Arenas, Málaga.

En el auto, al que ha tenido acceso laSexta, la sala argumenta que "tras más de seis meses de investigación policial y judicial de los hechos, sigue ignorándose todos los datos relativos al momento, lugar y forma en que Dana pierde la vida".

Además, se expone que "no se ha podido determinar si la acción criminal tuvo lugar en el mismo lugar en el que ha sido encontrado el resto óseo" por lo que "tampoco ha sido posible ubicar al investigado en un momento y lugar cercano al óbito".

Por esas razones concluyen que "los indicios, por sólidos y argumentados que aparezcan, permiten una sólida sospecha pero no una aceptable seguridad sobre la autoría de la muerte".

El abogado de Sergio ya solicitó la libertad bajo fianza al Juzgado de Primera Instancia de Vélez Málaga pero fue denegada.

El sumario del caso que apunta a Sergio como el asesino

Era el 12 de junio a las 16:33 cuando Dana Leonte entraba en un cajero de un banco en Velez-Málaga para a ingresar dinero en la tarjeta de su móvil y en la de una de las empleadas de su bar, horas después Dana sufrió un robo en su casa y llamó a Sergio para contárselo.

Hasta allí fue la Guardia Civil y, una vez los agentes abandonaron el domicilio, Dana desapareció. Sergio sabía que el principal sospechoso sería él, así que jugó con ventaja durante unas horas y se fabricó una compleja coartada.

Tras el robo, Sergio atiende a la Guardia Civil con ropa y botas de trabajo. Un detalle importante, ya que cuando los agentes se marchan, según su versión, él se irá a Vélez-Málaga con lo puesto y no regresará hasta pasadas las 11, después de recoger a su hija.

Sin embargo, miente. Una testigo le ve en su pueblo, en Arenas, y el posicionamiento de su móvil lo corrobora. Durante ese tiempo Sergio se mensajea con Dana, y Dana lo hace con un guardia civil al que le habla del prestamista. Pero escribe como Sergio, con faltas de ortografía y abreviaturas que hasta ese momento Dana jamás había usado.

Según el abogado de la víctima, esto es concluyente, pero la Guardia Civil cree que Sergio suplantó la identidad de Dana. Y pudo hacerlo porque conocía la clave de su móvil. Cuando fue a buscar a su hija a Vélez-Málaga se había duchado, iba perfectamente vestido, y hasta con gomina.

Además, se había deshecho de sus botas de trabajo, que escondió a tres kilómetros de su casa, según los investigadores, para eliminar vestigios. La Guardia Civil habla también de las ocho denuncias por amenazas y lesiones entre Sergio y su familia, pero sobre todo del mal momento que atravesaba la pareja.

En una carta que encontraron los agentes en su casa, él le dice, con su particular forma de escribir, que le hace daño. Según una testigo, llegó a afirmar que la hubiera matado de saber que ella le denunciaría por malos tratos.

"Te llamaba la atención, te daba a entender que era una persona agresiva", aseguraba Ingrid Zarza, amiga de Dana. Y es esa la personalidad violenta de Sergio, quien llegó a cavar un hoyo con 21 años por si tenía que enterrar a una ex, y su seguridad lo que llamó la atención de los investigadores.

Justo después de decir que no iba a reconocer el crimen, despareció en el monte durante un día entero. Pero nada de esto es concluyente para su abogado, Juan José Moreno, que reconoce que el fémur hallado es de Dana, pero no hay sangre de ella en la casa.

Lo que había en el palo con el que Sergio habría golpeado a Dana tampoco es sangre y, en cuanto a la actitud de Sergio, su letrado lo tiene claro: "Hemos visto a una persona normal que intenta defenderse".