Era el 12 de junio a las 16:33 cuando Dana Leonte entraba en un cajero de un banco en Velez-Málaga para a ingresar dinero en la tarjeta de su móvil y en la de una de las empleadas de su bar, horas después Dana sufrió un robo en su casa y llamó a Sergio para contárselo.

Hasta allí fue la Guardia Civil y, una vez los agentes abandonaron el domicilio, Dana desapareció. Sergio sabía que el principal sospechoso sería él, así que jugó con ventaja durante unas horas y se fabricó una compleja coartada.

Tras el robo, Sergio atiende a la Guardia Civil con ropa y botas de trabajo, tal y como se puede observar en el vídeo. Un detalle importante, ya que cuando los agentes se marchen, según su versión, él se irá a Vélez-Málaga con lo puesto y no regresará hasta pasadas las 11, después de recoger a su hija.

Sin embargo, miente. Una testigo le ve en su pueblo, en Arenas, y el posicionamiento de su móvil lo corrobora. Durante ese tiempo Sergio se mensajea con Dana, y Dana lo hace con un guardia civil al que le habla del prestamista. Pero escribe como Sergio, con faltas de ortografía y abreviaturas que hasta ese momento Dana jamás había usado.

Según el abogado de la víctima, esto es concluyente, pero la guardia cree que Sergio suplantó la identidad de Dana. Y pudo hacerlo porque conocía la clave de su móvil. Cuando fue a buscar a su hija a Vélez Málaga se había duchado, iba perfectamente vestido, y hasta con gomina.

Además, se había deshecho de sus botas de trabajo, que escondió a tres kilómetros de su casa, según los investigadores, para eliminar vestigios. La Guardia Civil habla también se habla de las ocho denuncias por amenazas y lesiones entre Sergio y su familia, pero sobre todo del mal momento que atravesaba la pareja.

En una carta que encontraron los agentes en su casa, él le dice, con su particular forma de escribir, que le hace daño. Según una testigo, llegó a afirmar que la hubiera matado de saber que ella le denunciaría por malos tratos.

"Te llamaba la atención, te daba a entender que era una persona agresiva", aseguraba Ingrid Zarza, amiga de Dana. Y es esa personalidad violenta de Sergio, quien llegó a cavar un hoyo con 21 años por si tenía que enterrar a una ex, y su seguridad lo que llamó la atención de los investigadores.

Justo después de decir que no iba a reconocer el crimen, despareció en el monte durante un día entero. Pero nada de esto, es concluyente para su abogado, Juan José Moreno, que reconoce que el fémur hallado es de Dana, pero no hay sangre de ella en la casa.

Lo que había en el palo con el que Sergio habría golpeado a Dana tampoco es sangre y, en cuanto a la actitud de Sergio, su letrado lo tiene claro: "Hemos visto a una persona normal que intenta defenderse"

Pero la jueza mantiene a Sergio en prisión. Todavía no ha dicho que ocurrió exactamente entre las 19:20 y las 19:53 del 12 de junio: los 33 minutos en los que Dana se esfuma.