Michelle Lodzinski mató a su hijo de cinco años en 1991 pero logró convencer a la policía de que desapareció durante un carnaval de Nueva Jersey. Nadie vio a Timothy en la fiesta pero su testimonio fue convincente. El cuerpo del pequeño fue encontrado 11 meses después enterrado con una manta.

En mayo de 2016, 25 años después de su desaparición, fue llevada a juicio y declarada culpable del asesinato de su hijo. Ahora ha ingresado en prisión para cumplir la pena de 30 años que se le ha impuesto.

La mujer sigue asegurando que no sabe qué le pasó a su hijo y durante el juicio rogó que no la encarcelaran de por vida: "Estoy segura de que Timoteo no querría imponer una cadena perpetua a su madre".

Michelle Lodzinski cambió su declaración en varias ocasiones. Primero dijo que desapareció para luego asegurar que fue un secuestro y que fue tomado por un grupo de hombres y mujeres.

La policía no pudo determinar la causa de la muerte por el estado de descomposición del cuerpo.