Un estudio publicado en 'Proceedings of the Royal Society B', ha revelado un dato que hasta ahora desconocíamos sobre los gorilas: tienen sociedades mucho más complejas de lo que pensábamos hasta ahora.

Estos primates tienen amistades que duran toda una vida, incluso entre aquellos que no son parientes, y celebran grandes reuniones anuales con grupos de solteros y núcleos familiares de diferentes tamaños.

Para llevar a cabo la investigación, estuvieron seis años recogiendo datos de muestreo en la República del Congo, donde se observaban las relaciones sociales de los gorilas. Más tarde, cuando comenzaron a tolerar la presencia de humanos, se les veía en claros pantanosos donde se alimentaban de vegetación acuática.

Los investigadores pasaron años observando sus hábitos desde el amanecer al atardecer, y con ello pudieron comprobar cómo presentaban comportamientos bastante familiares a los de los humanos.

También se realizó un estudio de las familias de los gorilas, constituidas por un macho dominante y varias hembras con sus crías, y sus hábitos y patrones de interacción por medio de algoritmos estadísticos.

Por otro lado, descubrieron diferentes formas sociales, además de las familias, como grupos de más de 30 especímenes que comparten tiempo sin estar relacionados familiarmente.

Además, el 80% de los vínculos más cercanos entre machos dominantes se dan en aquellos que no están relacionados. Esto ocurre porque las hembras van cambiando de grupos junto a sus crías y los machos forman lazos similares al de los hermanastros.

Aparte de todo esto, los investigadores observaron que se celebran grandes reuniones anuales y que se forman en torno a la comida.

Con este estudio han podido contrastar que los orígenes de nuestros sistemas sociales se remontan a un ancestro común de humanos y gorilas, y que podríamos tener más cosas en común de las que imaginamos.