Según ha informado el ministerio del Interior, las víctimas eran captadas en su país de origen bajo la promesa de un trabajo en el servicio doméstico pero, una vez en España, eran coaccionadas para ejercer la prostitución.
Las jóvenes vivían hacinadas en una sola habitación, hasta cuatro en una misma estancia, durmiendo en literas y en algunos casos, sin luz natural y en condiciones insalubres. Las mujeres debían estar disponibles las 24 horas del día durante los siete días de la semana, contando solo con dos horas libres diarias.
El piso disponía de un espacio totalmente acondicionado para las prácticas sadomasoquistas y en el inmueble se ofrecían todo tipo de servicios relacionados con estas actividades, incluso la posibilidad de internamientos que podían llegar hasta una semana.
La investigación comenzó cuando la policía tuvo conocimiento de que en un piso de contactos de Oviedo había mujeres que estaban siendo obligadas a ejercer la prostitución. Poco después, los investigadores descubrieron otro piso especializado en sadomasoquismo vinculado a la misma organización.
Durante la operación, llevada a cabo por la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Jefatura Superior de Policía de Asturias, han sido detenidas diez personas con distintas responsabilidades dentro de la organización.