No es raro que en España ocurran incendios durante el verano, es algo ocurrente. De lo que llevamos de año, ya se han producido 13 grandes incendios en el país, eliminando más de 23000 hectáreas, muchas de ellas son paisaje protegido.
Es cierto que este 2021 ha sido un año con menos incendios que la media de la última década, pero si se ha llevado el premio en grandes incendios, es decir, menos incendios pero más extensos y destructores. España, a causa de sus altas temperaturas máximas en verano, corre un riesgo muy alto de incendios en la mayor parte de la península durante toda la estación.
Este verano sin ir más lejos, hemos contemplado una gran catástrofe natural en el incendio de Ávila. Este incendio ha dejado calcinadas más de 20.000 hectáreas, convirtiéndose en el cuarto incendio más extenso desde 1961. Este hecho según cuenta la Confederación General del Trabajo podría haber ocurrido en cualquier lugar de Castilla y León dado que el mantenimiento de la masa forestal es bajo, la maquinaria obsoleta y no hay personal suficiente para hacerle frente.
La prevención es clave para que no ocurran estas situaciones, en la que ya nos encontramos con fuegos que son de sexta generación, potentes, rápidos y agresivos, capaces de modificar las condiciones atmosféricas a causa de su energía.
Riego de incendios en la Península Ibérica
El problema de todo esto, es que el factor humano, está detrás del 95% de los incendios de nuestro país, siendo el 53% intencionado. La mayor parte de estos, se produce en el interior de la península, noroeste del país, la costa mediterránea y Canarias.
El abandono del monte español y la falta de inyección económica en la gestión forestal, produce el abandono rural del lugar, y eso, facilita la presencia de los incendios. Nuestra masa forestal ha aumentado un 34% entre los años 1990 y 2019, el problema es, que de forma descontrolada y sin ningún cortafuego. España debe llevar a cabo un cambio y mejora en la política forestal.
Contar con las precipitaciones, no es siempre es la solución. Las precipitaciones también aportan humedad al suelo y genera el crecimiento de zonas arbustivas que, es lo que más se incendia. La ganadería extensiva provocaba que se alimente de esa vegetación combustible. Con el abandono de las zonas rurales y de la producción ganadera, el peligro a los incendios se intensifica.
España ocupa el puesto número 15 en cuanto a paisaje protegido se refiere, esto es, a causa de la poca inversión, escasa gestión y falta de ordenación del territorio. España es el país más rico de Europa en cuanto a variedad vegetal, ya que nuestro país contiene 3 regiones biogeográficas diferentes.
La solución a este fenómeno es, transformar el paisaje tradicional, creando un paisaje cortafuegos, con vegetación autóctona, pastos de uso ganadero extensivo promoviendo paisajes más rentables y menos inflamables. La reforestación de Pináceas y su crecimiento rápido, no ayuda, siendo muy propagadoras del fuego.
Los bosques protegen nuestro suelo y generan vida, nos aportan a nuestro sistema hídrico y nos ayudan con las emisiones.
Masa forestal en España (millones de árboles por provincia)
En el mapa se puede observar como provincias como Las Palmas de Gran Canaria, Sevilla, Alicante y Valladolid, tienen el menor porcentaje de masa forestal del país. Soria, es la provincia que más árboles tiene per cápita, 600 veces más que los canarios de la provincia de Las Palmas.
Los incendios y la poca masa forestal que estamos viendo en algunas provincias españolas, son un problema para nuestro paisaje. Concienciémonos de la necesidad de un paisaje verde pero acorde al lugar donde vivimos, volviendo a la repoblación autóctona.
Nuestro país se compone mayoritariamente de Encinas, Alcornoques y de Pino Carrasco y la pregunta es: ¿Qué debemos hacer nosotros como ciudadanos para repoblar los bosques? Cada especie vegetal, tiene su propio hábitat, es decir, sus propias necesidades hídricas, un tipo de suelo determinado, unas horas de luz definidas… por ello, no se debe plantar lo mismo en Sevilla que en Pontevedra, porque las necesidades de su vegetación vinculadas al clima son diferentes y por tanto, muy importantes. A causa de la actividad humana, la cubierta vegetal ha sido transformada.
Vegetación potencial de España
Como vemos en el mapa, en la zona mediterránea de costa, se caracteriza el bosque perennifolio, habitado por encinares o pinos carrascos, al contrario que en la costa cantábrica donde predominan el bosque caducifolio de robles y hayas.
Para el interior de la península, ganan las encinas, rebollares y quejigos donde por el contrario, en las zonas de montaña, encontramos la vegetación más adaptada al frío, por lo que lo más idóneo sería la plantación de pinos y abetos.
En el caso de Canarias, tenemos diferente vegetación endógena, es decir, que de todo el planeta, solo lo encontramos en nuestro archipiélago. También se tiene en cuenta su clima, su orografía y la altitud. Para las islas más al este, donde encontramos a Lanzarote, Fuerteventura, y las zonas de costa del resto de islas, las plantas necesitan poca agua, (xerófilas), donde predomina el Cardonal-Tabaibal. Bosque perennifolio de Laurisilva y Pinar Canario para las zonas de interior del resto de islas y retamas para las zonas de mayor altitud.
En conclusión, debemos recuperar nuestra flora autóctona, dentro de como ciudadanos de a pie esté en nuestra mano, protegiendo nuestra masa vegetal y conservando el paisaje tan variado y rico que tiene España.
Cuidemos el campo, REPOBLEMOS.
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