Cacareos por aquí, cacareos por allá
Gallos, gallinas y pollos en Torrevieja: el Ayuntamiento busca una salida para la bandada que un vecino soltó hace una década
¿Qué están diciendo? Mientras que algunos instan a que se instale "un vallado para que tuvieran sus casetas y que estuvieran bien", otros dicen que "si molestan, que los lleven a otro sitio". También los hay que les sobran más las palomas.

Resumen IA supervisado
En Torrevieja, las calles están invadidas por gallinas, gallos y pollos, generando problemas en la circulación y molestias a los vecinos debido a los ruidos nocturnos. Aunque el Ayuntamiento inició un proceso para retirarlas, la empresa encargada renunció, dejando el problema sin resolver. Las aves, que se han multiplicado desde que un vecino liberó 40 hace más de una década, se han convertido en parte del paisaje local. La comunidad está dividida: algunos quieren trasladarlas a granjas o santuarios, mientras otros sugieren mantenerlas como parte de la "naturaleza" del municipio.
* Resumen supervisado por periodistas.
Desde hace un año, en Torrevieja viven las calles llenas de gallinas, gallos y pollos que lo invaden todo, habiéndose convertido en un peligro para los ciudadanos, por ejemplo, en la circulación. El Ayuntamiento sacó el pasado mes de febrero a licitación un contrato para retirarlas, pero la empresa que debía hacerlo ha renunciado. Así siguen meses y meses después.
Cacareos por aquí, cacareos por allá. Se trata de uno de los sonidos más habituales en el municipio alicantino y es que también es común encontrarse a las gallinas tanto en parques como en rotondas, ya convertidas en unas torrevejenses más desde hace más de una década.
Y es que "un vecino que nadie sabe quién es soltó 40 y ahora se ha poblado todo", relata un vecino. "Los animales están desperdigados (...) habiendo gente que le molesta, porque los gallos desde las tres de la mañana empiezan a chillar que no veas", cuenta otra de ellas.
Hace ya siete meses el Ayuntamiento sacó a licitación un contrato para capturarlas, pero al retirarse la empresa ganadora, vuelven a a empezar el proceso, otra vez. "Donde encontramos el último atranco, que nos resultó, insalvable es encontrar una salida digna a esas aves, a que fueran acogidas", explica a laSexta Miguel Ángel Fernández, director de proyectos de Ecoplanín.
Aunque se reproducen sin control, la idea es mantenerlas vivas y llevarlas a alguna granja escuela o santuario. Todo en el marco de una prevención para evitar focos de infección y accidentes. Eso sí, piden que no se les dé comida. Mientras que algunos instan a que se instale "un vallado para que tuvieran sus casetas y que estuvieran bien", otros dicen que "si molestan, que los lleven a otro sitio".
Hay algunos, en cambio, que consideran a estas aves "naturaleza" por lo que deben permanecer en el municpio, al tiempo que consideran que "las palomas sobran más". En definitiva, atractivo para algunos y molestia para otros, pero todos quieren soluciones para lograr el bienestar de todos, incluidos ellas y ellos.