El 28 de octubre de 2021, Álex, un niño de nueve años, celebrada la fiesta de Halloween y jugaba en un parque de Lardero (La Rioja), cuando se le acercó Francisco Javier Almeida, quien, tras 17 meses, se sienta en el banquillo de los acusados como presunto autor de su asesinato y agresión sexual, delitos en los que es reincidente.

La Audiencia Provincial de Logroño acoge este lunes, y durante dos semanas, este juicio con jurado popular, donde el acusado se enfrenta, por el delito de asesinato, a la pena de prisión permanente revisable que solicitan el fiscal y las acusaciones particular, en representación de la familia del menor; y popular, que ejerce la Asociación Clara Campoamor.

Este suceso suscitó una gran conmoción e indignación, entre otros motivos, porque el presunto autor se encontraba en libertad condicional desde abril de 2020, después de haber sido condenado a 30 años de prisión por el asesinato y agresión sexual a una agente inmobiliaria de Logroño en 1998, condena que terminaba el 17 de agosto de 2023.

Sin embargo, accedió al tercer grado con la opinión mayoritaria contraria de la Junta de Tratamiento de la cárcel de El Dueso (Cantabria), donde estaba internado, al entender que no estaba preparado para acceder al mismo por existir un riesgo de reincidencia.

Así ocurrieron los hechos

Almeida, que entonces tenía 54 años, convenció a Álex, quien estaba disfrazado de "niña del exorcista" por el Día de Halloween, para que le acompañara a su domicilio, situado junto al parque, con la excusa de que le ayudara a cuidar de un perrito. Sin embargo, una vez en la vivienda, le llevó al dormitorio y, "movido por el solo afán de saciar su lascivia", le agredió sexualmente y, después, sin que Álex pudiera defenderse ni pedir auxilio, le inmovilizó con el brazo sobre el cuello, "apretándole fuertemente con ánimo de causarle la muerte por asfixia", según detalla el escrito del fiscal.

A continuación, cogió el cuerpo sin vida del pequeño y salió a las escaleras para llevarle al garaje y deshacerse de él con el coche, aunque no lo consiguió al ser sorprendido por los vecinos y policías que ya buscaban a Álex, tras el aviso dado por una de las niñas que estaba en el parque. En ese momento, el acusado dijo que el menor "se había desmayado".

El 4 de noviembre de 2021, Almeida fue trasladado, por motivos de seguridad, desde la prisión de Logroño a la de Segovia, desde donde, el 5 de abril del año siguiente, compareció por videoconferencia ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Logroño y se acogió a su derecho a no declarar.

Piden para él prisión permanente revisable

Las tres acusaciones -pública, particular y popular- piden para el procesado la pena de prisión permanente revisable por el delito de asesinato y, por el de agresión sexual, 15 años de cárcel.

A ellos se suman, en el caso del fiscal, una indemnización de 500.000 euros para los padres y de 150.000 para el hermano pequeño de Álex; y una de dos millones de euros para los progenitores del menor en el caso de las acusaciones particular y popular, ambas ejercidas por la abogada Alicia Redondo. Además, solicitan que se establezcan medidas para que el acusado no pueda residir en La Rioja ni comunicarse o acercarse a la familia de Álex.

El crimen que conmocionó e indignó a Lardero

"No hay palabras" fue la expresión más generalizada entre los vecinos de Lardero, municipio del área metropolitana de Logroño y con unos 11.500 habitantes, tras conocer el suceso, que provocó sentimientos de tristeza, indignación y rabia porque algunas personas ya habían advertido con anterioridad sobre la presencia de un hombre que "vigilaba" a los niños en el parque, en cuyas inmediaciones hay un colegio.

De hecho, Almeida ya había intentado antes que, al menos, dos niñas acudieran a su casa con la excusa de que tenía unos pajaritos muy bonitos, a lo que no accedieron, según relató la madre de una de ellas.

El parque de la zona de Entre Ríos de Lardero estaba muy concurrido en la tarde noche del 28 de febrero de 2021, por lo que, cuando se conoció el asesinato de Álex, numerosos vecinos se congregaron ante la vivienda de Almeida, donde se vivieron escenas de tensión.

De esta forma, la Guardia Civil tuvo que establecer un dispositivo para poder sacar al detenido del inmueble y trasladarle a las dependencias de la Benemérita. Al día siguiente, se guardó un minuto de silencio en su colegio y en el parque donde jugaba Álex, donde se depositaron flores, sobre todo claves blancos, y un oso de peluche. Y el 31 de octubre de 2021 se convocó una concentración en ese parque, donde sus familiares, arropados por varios miles de personas, aseguraron que este crimen "se podía haber evitado".

Un niño y una niña de 12 años que estaban en el parque cuando ocurrieron los hechos, hacia las 20:30 horas, situaron a Almeida sentado en un banco e insistieron en que no era la primera vez que intentaba que alguno de los menores le acompañara a su casa con alguna excusa. Así lo defendieron el 29 de junio de 2022 durante la instrucción del caso, en la que declararon ante el juez acompañados por un psicólogo forense y protegidos por un biombo para no ver a Almeida, quien decidió asistir presencialmente a esta declaración, aunque, con anterioridad, se había negado a participar en otras pruebas.

Los padres de los dos menores expresaron su indignación porque el acusado accediese a estar presente durante la declaración, aunque insistieron en que "si es por hacer justicia con Álex", declararían y harían lo que hiciera falta para que "nunca más pase algo así".

"Álex no es un nombre, Álex somos todos" fue una de las frases que se repitieron el 28 de octubre de 2022, durante una emotiva concentración en Lardero, para no olvidar lo ocurrido un año antes y transmitir a la familia el apoyo y cariño en estos "duros momentos".

El portavoz de la familia, Gonzalo Martín, tío abuelo de Álex, leyó un comunicado durante la concentración, celebrada en el mismo lugar donde desapareció el pequeño; y se soltaron globos, uno de ellos en forma de luna y otro de estrella para que "le lleguen a él". "Un niño que se convirtió, a la fuerza, en estrella, una nueva estrella con nombre de vencedor y protector, que desde hace un año nos ilumina con su luz desde el cielo", señaló Martín. Además, reclamó a los jueces y a las autoridades un cambio en leyes, estatutos y protocolos para que algo como lo que le ocurrió a Álex "no se repita jamás".

Los otros delitos que cometió

El tribunal popular que juzga este lunes a Almeida está formado por seis hombres y tres mujeres, a los que añaden dos suplentes; sus edades oscilan de 20 a 66 años y entre ellos figuran un músico, un fisioterapeuta, una esteticista, una ama de casa, tres operarios, dos están desempleados y otros dos están jubilados.

Es la segunda vez que Almeida se enfrenta a un juicio con jurado. La primera vez fue también en Logroño, en el año 2000, cuando fue condenado por los delitos de asesinato y agresión sexual a una agente inmobiliaria en 1998. En esa ocasión, el jurado tardó nueve horas en declararle culpable y la Audiencia Provincial de la capital riojana le impulso una pena de 20 años de prisión por el delito de asesinato y de diez por el de agresión sexual.

Sin embargo, la entrada en vigor de la ley de garantía integral de la libertad sexual, conocida como ley del 'solo sí es sí', provocó, el pasado mes de enero, la rebaja de diez a ocho años de la pena impuesta a Almeida por esa agresión sexual que cometió en 1998. Asimismo, Almeida ya había sido condenado en 1993 a siete años de prisión por la agresión sexual a una menor.