Los vecinos de Calpe cuentan que en invierno es un "pueblecito tranquilito". Sin embargo, en verano "crece de una manera desorbitante". La definición gráfica, como se puede ver en el vídeo, es una playa llena de sombrillas.

Diferencia de opiniones entre los que la prefieren en verano y los que la prefieren en invierno. En los meses de julio y agosto la población aumenta en un 706%. "Lo que hacemos es adaptar los servicios que tenemos al número de visitantes que recibimos", señala Ana Sala, alcaldesa de Calpe.

Pasan de algo más de 20.000 habitantes censados a casi 170.000 en julio y agosto con bares que refuerzan sus plantillas y un incremento diario en las ventas de un 900%. "Un día de invierno hacemos 1.000 euros y un día de verano 10.000", cuenta Nicolás Rivwero, del restaurante 'Capri'.

Buenos meses también para el sector hotelero con una ocupación que roza del 90% al 95%, indica Miguel March, director del hotel 'Sol y mar'.

Mucha gente a la vez buscando playa. Tanto en Calpe como en Noja, Cantabria, donde durante el verano se multiplica por 35 su población. Aquí el 90% de las viviendas son segundas residencias superando en turismo a puntos de Levante o del sur.