MOVILIDAD ELÉCTRICA
Aumentan los robos de cables de cobre en electrolineras: "Una manguera nueva ronda los 100 €"
Las consecuencias Los usuarios no pueden recargar sus vehículos eléctricos y los gastos de reparación para las electrolineras ascienden a miles de euros.

Los ladrones de cobre han encontrado un filón en los cables de carga de los coches eléctricos. Los robos son cada vez más habituales ya que son fáciles, lo que supone un problema para los usuarios de vehículos eléctricos y, sobre todo, para las electrolineras, que pueden llegar a afrontar gastos de miles de euros.
En unos minutos y con tan solo dos cortes rápidos, los ladrones se hacen con los cables y provocan que los usuarios no puedan recargar su vehículo en el cargador. Además, comprar una manguera individual nueva ronda los 100 euros.
"Los robos en los puntos de recarga cada vez van a más. Saben a dónde ir, tienen localizado dónde está el cargador, hacen un corte muy rápido y limpio, y en cuestión de minutos están fuera del sitio", explica Ferrán Menescal, experto en movilidad eléctrica.
Sin embargo, aunque en ocasiones van a por los cables de los usuarios del vehículo eléctrico, los ladrones actúan principalmente en las electrolineras.
El experto en movilidad eléctrica Larss Hoffman afirma que estos puntos "tienen cables con una sección mucho más importante, más grandes, son cables más largos" y se sitúan en instalaciones que tienen alrededor más cobre.
Menescal también señala que "el precio del cobre está subiendo muchísimo en toda Europa y la reventa es fácil", por lo que no parece que los hurtos vayan a parar.
Además del gasto que supone reponer los cables robados, las electrolineras y las eléctricas también deben asumir la reparación de las infraestructuras, lo que supone gastos de miles de euros.
Javier Izquierdo, director técnico de la Asociación para el Desarrollo e Impulso de Movilidad Eléctrica, subraya que "para el rendimiento que cobre que se obtiene, que al final va al peso, el daño que se hace en la infraestructura es muy notorio".
Para hacer frente a esta situación, instalar cámaras de seguridad parece, de momento, la única manera de ahuyentar a los ladrones y, como comenta Izquierdo, "las estaciones de carga están cada vez más protegidas con sistemas de vigilancia".