Ana Julia Quezada, la detenida por la muerte de Gabriel Cruz, ha pasado sobre las 7.30 horas a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de Almería para prestar declaración ante el juez Rafael Soriano después de haber confesado ante los investigadores de la Guardia Civil y sus abogados que mató en la finca de Rodalquilar a Gabriel Cruz, el niño de ocho años que desapareció el pasado 27 de febrero en Las Hortichuelas de Níjar (Almería).

Así lo han confirmado fuentes de la Comandancia, quienes han indicado que la autora confesa ha sido conducida hasta la Ciudad de la Justicia antes de agotar el plazo máximo legal de la detención de 72 horas de arresto después de que fuera detenida el pasado domingo en la Puebla de Vícar (Almería) cuando transportaba el cuerpo del menor en el maletero de su coche.

En este sentido, se prevé que a lo largo de la mañana, sobre las 12,00 horas según sus abogados, comience a prestar declaración ante el juez y que responda a las preguntas que se le planteen, puesto que, según remarcaron, se ha mostrado dispuesta a "colaborar".

Será el atestado policial y la autopsia definitiva, a los que se suman otras pruebas complementarias como el análisis de la tierra y el barro hallados en el cuerpo de Gabriel los que ayuden al juez a determinar aspectos nucleares de la trágica muerte de Gabriel.

La UCO y el resto de unidades especializadas han inspeccionado los alrededores de Las Hortichuelas, la finca de Rodalquilar donde ocultó el cadáver del niño y el piso de Vícar, a 80 kilómetros al oeste. Asimismo pudo recuperar la ropa del menor, que había tirado en un vertedero de Retamar, a 30 kilómetros del lugar en el que habría dejado el cuerpo sin vida de Gabriel tras darle muerte el mismo día de su desaparición.

Según fuentes del caso, en su confesión de los hechos, parcial y por momentos confusa, Ana Julia no ha reconocido que provocara la muerte del pequeño por golpearle directamente con un objeto en la cabeza. Su explicación ha sido que discutieron y que de ahí pasaron a un forcejeo en el que el niño cogió un hacha con el que se terminó golpeando en la cabeza. Luego se asustó y lo asfixió hasta provocarle la muerte.