Un antiguo asesor financiero de la iglesia mormona ha afirmado en una queja formal al Servicio de Impuestos Interno (IRS) de Estados Unidos (órgano equivalente a Hacienda) que los líderes de la congregación habrían acumulado unos 100.000 millones de dólares supuestamente destinados a fines benéficos.

El periódico 'The Washington Post' ha accedido a una copia de este documento, en el que se acusa a la cúpula mormona de engañar a sus miembros, y posiblemente romper varias leyes en relación a recaudación de impuestos, quedándose con las donaciones que estos hacían y destinándolas a inversiones en vez a fines solidarios, como decían que iban a hacer.

Un dinero que en Estados Unidos se encuentra exento de impuestos, ya que, de acuerdo a la ley, las instituciones religiosas, así como las organizaciones sin ánimo de lucro, no tienen que pagarlos por las donaciones recibidas. Siempre, eso sí, con la obligación de destinar dicha suma a fines estrictamente educativos, religiosos o solidarios.

No obstante, en la queja, firmada por el mormón David A. Nielsen, que trabajaba como asesor financiero en la división de inversiones de esta iglesia (Ensign Peak Advisors), ha señalado que no se cumplía esta condición.

De esta manera, ha pedido al IRS que saque a la organización de su estado de exención de pago de impuestos, ya que podría deber cientos de millones de dólares que no ha destinados a fines solidarios..

Por su parte, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha asegurado tomarse muy en serio su responsabilidad y ha negado las acusaciones.

"Están basadas en una perspectiva estrecha y una información limitada. La iglesia cumple con todas las leyes que le corresponden en cuestión de donaciones, inversiones, impuestos y reservas", ha declarado en un comunicado.